lunes, 3 de agosto de 2015

Jurassic World



Título Original Jurassic World (2015)
Director Colin Trevorrow
Guión Rick Jaffa, Amanda Silver, Derek Connolly y Colin Trevorrow, basado en personajes de Michal Crichton
Actores Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Nick Robinson, Vincent D'Onofrio, Ty Simpkins, Irrfan Khan, Jake Johnson, Omar Sy, BD Wong, Judy Greer, Lauren Lapkus, Brian Tee, Katie McGrath, Andy Buckley, Jimmy Fallon, James DuMont, Colin Trevorrow





Hace unas entradas hablábamos de Parque Jurásico, la adaptación que Steven Spielberg realizó en 1993 de la novela homónima de Michael Crichton para reformular en los años 90 el concepto de Blockbuster.Veintidos años después llega la tercera secuela (después de El Mundo Perdido y Parque Jurásico III estrenadas en 1997 y 2001 respectivamente) que sirve a la vez de nueva entrega y reinicio encubierto de la franquicia creada por el director de Amistad o Always. La cinta estrenada a finales de Mayo se ha convertido en un éxito de taquilla de dimensiones impresionantes habiendo conseguido hace unas semanas el título de tercera película más taquillera de la historia del cine que desde 2012 poseía la primera entrega de Los Vengadores de Marvel Studios escrita y dirigida por Joss Whedon. Jurassic World es una hija de su tiempo y época, un entretenido taquillazo tan efectivo como rudimentario, tan bien ejecutado como tramposo y que aún dejándose ver con agrado no merece el desproporcionado éxito que ha obtenido en las carteleras de todo el mundo.




Al igual que en el caso de Parque Jurásico III, rodada por el competente Joe Johnston (Capitán América: El Primer Vengador, El Hombre Lobo), Steven Spielberg una vez más delega la responsabilidad de ponerse detrás de las cámaras en un cineasta ajeno. El elegido ha sido Colin Trevorrow, cuyo único trabajo previo en el mundo del largometraje fue la premiada comedia fantástica de corte independiente Seguridad No Garantizada protagonizada por Aubrey Plaza, Mark Duplass y Jake Johnson  De esta manera el autor de Salvar al Soldado Ryan o Atrápame Si Puedes sólo ejerce labores de productor pudiendo dedicar tiempo a otros proyectos (como esa El Puente de los Espías que verá la luz en Octubre) en los que él sea el principal responsable en la realización y asegurándose así ser uno de los principales beneficiarios de la recaudación de esta última entrega de los dinosaurios noventeros nacidos de su propia impronta.




Jurassic World ha sido realizada con escuadra y cartabón para ser más un producto de consumo rápido que apele por medio de golpes bajos a la memoria del espectador que un verdadero largometraje cinematográfico de genuina calidad. Desde el arranque en el que estructuralmente podemos afirmar que la trama es casi un calco de la de la primera cinta pero magníficada hasta lo exagerado para adaptarse a estos tiempos de inmediatez visual y grandilocuencia formal la cinta de Coln Trevorrow sustenta su historia en cientos de referencias estéticas y narrativas a la obra primigenia de 1993 para que los fanáticos de la franquicia nos sintamos falsariamente en casa. Spielberg no es ningún tonto y tiene la lección aprendida de modo que se ha preocupado más porque el proyecto encaje perfectamente en la saga de films que en dar una verdadera consistencia narrativa al guión que sustenta su criatura.




De modo que no serán pocos los pasajes desde esa mastodóntica puerta para entrar a la isla, la presencia de los Velociraptors o el T-Rex, las menciones a Jonnah Hammond (con cariñoso homenaje al actor que lo interpretó, el también director británico Richard Atthenborough) o los dos niños siendo atacados en la Girosfera que remite directamente al pasaje del film 1993 en el que los nietos del ya mencionado creador del Parque Jurásico eran asediados en la furgoneta en los que utilizando en más de una ocasión la banda sonora que compuso John Willams para la cinta primigenia se recurra a la nostalgia y el cariño condescendiente para que la platea reciba con gusto un producto que no deja de ser un corta y pega de las tres entregas anteriores de la colección de cintas protagonizadas por los dinosaurios nacidos de la pluma de Michal Crichton con todos los clichés, lugares comunes y resoluciones formales manoseadas hasta la extenuación, pero muy bien compactados para que los digiramos con agrado y fruición.




Pero no todo es autocomplacencia en Jurassic World, también hay detrás de las cámaras un artesano que realiza adecuadamente su trabajo controlando con pericia el enorme proyecto que han puesto en sus manos mostrándose resuelto a la hora de rodar escenas de acción, aprovechar el diseño de producción que le han proporcionado, aprovechar unos efectos digitales de última generación (aquí los animatrónicos casi brillan por su ausencia) para dar vida a unos dinosaurios que como manda la tradición dentro de la franquicia deben ser cada vez más enormes y hasta regalar algún momento con encanto como el prólogo, el entrañabe engaño de la pata de pájaro que viene inmediatemente después de este, las escenas de adiestramiento de los raptors por parte del protagonista o ese clímax final alocado con aparición estelar del T-Rex y la sorpresa definitiva que deja una sonrisa en la cara del espectador justo antes de que salgan los títulos de crédito en pantalla.




Por otro lado tenemos un reparto competente comandado por un inspiradp Chris Pratt carismático, canalla y simpático que mezclando a Indiana Jones, Han Solo y su propio Star Lord para Guardianes de la Galaxia de Marvel Studios ofrece un personaje que difícilmente puede caer mal y una Bryce Dallas Howard que pone mucha dignidad y tesón a un rol estereotipado hasta lo insultante que es mejor no abordar en un plano psicológico si no queremos enfadarnos más de lo debido con la escritura del film. Entre los secundarios tenemos a un destacable Vincent D'Onofrio (La Chaqueta Metálica, Daredevil) en la piel del militar maquiavélico de turno, un divertido Irrfan Khan (La Vida de Pi, El Asombroso Spiderman) como el dueño de la isla y dos críos repelentes (Ty Simpkins y Nick Robins) sólo superados en impertinencia por el cameo metido con calzador de un insoportable Jimmy Fallon que no hay por donde cogerlo.




Dejando de lado polémicas obvias sobre si Chris Pratt será el nuevo Indiana Jones tomando el relevo de Harrison Ford o lo de las carreras de fondo que el personaje de Bryce Dallas Howard con esos imposibles zapatos de tacón que la hacen correr más que un T-Rex nos quedamos con la idea de que Jurassic World no engaña a nadie porque da lo que estos tiempos de vacuidad cinematográfica exigen al cine comercial. Podemos destacar su apartado visual, actores bien elegidos, aroma en ocasiones a Serie B (hay veces que la cinta parece una hija bastarda de las distintas versiones en celuloide La Isla del Doctor Moreau, pero con dinosaurios) y sana intención de entretener sin pretensiones desproporcionadas o innecesarias. Pero, como previamente hemos afirmado, es un hecho que con la última entrega de esta exitosa franquicia (Jurassic World 2 llegará a nuestras pantallas en 2018) nos encontramos con un sencillo y rudimentario blockbuster que ofrece poco más de dos horas de entretenimiento nostálgico autocomplaciente que no merece el descomunal éxito de taquilla que está teniendo.



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