lunes, 10 de diciembre de 2012

Sin Tregua



Título Original End of Watch (2012)
Director David Ayer
Guión David Ayer
Actores Jake Gyllenhaal, Michael Peña, Anna Kendrick, Frank Grillo, America Ferrera, Natalie Martinez, Cody Horn, David Harbour





La carrera del guionista y director David Ayer va en franca decadencia por culpa de su imposibilidad para hablarnos de otra cosa que no sean historias sobre agentes de la ley. Escritor experto en cine policíaco, se hizo un nombre por su guión para el magnífico thriller Training Day que le valió su segundo (y merecido) Oscar al actor Denzel Washington. Tras el éxito debutó tras las cámaras con Vidas al Límite (Harsh Times), otro largometraje sobre policías que se encontraban en el límite de la legalidad protagonizado por unos magníficos Christian Bale y Freddy Rodríguez, pero que se quedaba lejos de la calidad de la cinta de Antoine Fuqua.




Tres años después rodó Dueños de la Calle (Street Kings) con un argumento muy parecido y que a pesar de tener al mismísimo escritor de novela negra James Elroy en el guión y un grupo de actores bastante interesante lo único que conseguía era dejarnos ver que el conjunto se quedaba a medio gas en todos sus apartados y sobre todo recordarnos lo buena que es The Shield, la soberbia serie creada por Shawn Ryan que le daba sopas con hondas en todos los aspectos artísticos y técnicos compartiendo temática con ella.




Hasta hace cosa de una semana un servidor no sabía de la existencia de Sin Tregua (End of Watch), la última cinta de David Ayer. Según leí era un thriller espídico, de (una vez más) corte policiaco y adherido al subgénero de lo que ahora se llama de manera muy esnob "Found Footage" o "Metraje Encontrado", vamos, el falso documental de toda la vida. El resultado es considerablemente decepcionante porque el magnífico punto de partida se traiciona a sí mismo tanto en conceptualidad como en fondo y se entrega a una ingente cantidad de fallos que dan el traste con un largometraje que no llega ni al nivel de aceptable.




Brian Taylor (Jake Gyllenhaal) y Mike Zavala (Michael Peña) son una pareja de policías que patrullan las calles de Los Ángeles mientras graban sus hazañas con cámaras personales. Son considerados unos héroes y se han forjado una sólida fama como agentes de la ley frente a sus compañeros y en las mismas calles. Un día tras una exitosa redada se convierten en objetivos de un cártel conocido por su salvajismo y métodos brutales. En el trayecto seguiremos su escalada dentro del cuerpo policial, sus relaciones personales y su lucha contra los narcotraficantes que han puesto precio a sus cabezas.




Desde el principio End of Watch mete la pata en más de un sentido como producto cinematografico. Pasemos por alto el monólogo inicial del personaje de Gyllenhaal que ya nos indica por donde van a ir los tiros del largometraje en cuanto a retratar a su íntegros e intachables protagonistas y centrémonos en como Ayer subvierte de mala manera la estética que ha decidido tomar para narrar su film. Porque el guionista de Dark Blue hace un uso en general bastante malo del mokumentary al no ceñirse con fidelidad a esa temática que en ocasiones puede dar unos resultados muy destacables.




Para empezar el fallo más grande en lo que a conceptualidad se refiere es que Ayer no realiza su film integramente por medio de cámaras caseras, de vigilancia o las que llevan incorporadas los coches patrulla, también utiliza el método de rodaje tradicional, es decir, este no es un caso como Redacted de Brian de Palma en el que todo el metraje está expuesto por objetivos controlados por los propios personajes, lo que nos hace pensar en que si el autor no va a ser fiel a este estilo cuál es el motivo que le ha hecho decidirse a narrar así su historia. Dicha elección nos hace pensar en que el cineasta ha utilizado esta puesta en escena para contar de una manera estéticamente diferente la historia de siempre con una alarmante arbitrariedad bastante gratuita.




Por otro lado hay constantes dentro de este tipo de proyectos que no hay que traicionar, como un metraje inferior a los 90 minutos (si se queda en no más de 75 mucho mejor) y narrar la historia en tiempo real, es decir una sola noche en el caso que nos ocupa. Porque el metraje que supera la hora y media y las elipsis narrativas repetitivas y cansinas en las que vemos bodas, partos o condecoraciones roban de una tacada el ritmo endiablado que debería tener el film y que dejaría al espectador supuestamente clavado en la butaca, hecho que no sucede en ningún momento de la película porque los personajes no nos interesan demasiado.




Tampoco ayuda el retrato de los dos roles principales, plano y simplista, que no nos deja lugar a dudas de que los dos protagonistas (sólido Jake Gyllenhaal y creíble Michael Peña) son dos jóvenes muy humanos (se nos machaca continuamente con escenas familiares que ambos comparten para enfatizar de manera cansina su "hermandad") íntegros y justos como agentes de la ley que nunca cruzan la línea de la legalidad. Esto no sería un porblema, hay muchos films en los que los policías son intachables y no dejan de poseer una calidad fuera de toda duda, como La Noches es Nuestra de James Gray, pero si a esto sumamos que por otro lado también los narcotraficantes de Sin Tregua son en todo momento malvados negros o hispanos que siempre tienen cara de mala hostia, hablan soltando palabras malsonantes sin decir nada y recorren las calles con la mandíbula apretada pues el maniqueismo se hace palpable.




Una oportunidad desperdiciada, un film sin interés que podía haber sido el thriller del año y que se queda en un proyecto muy fallido que fracasa en su intento por mezclar el realismo sensacionalista del programa televisivo americano Cops, el desencanto de la memorable Los Nuevos Centuriones de Richard Fleischer y el tono de cámara en mano y epidérmico naturalismo de, una vez más, The Shield, esa serie que David Ayer parece querer copiar en cada uno de sus nuevos proyectos y esa Ten salida de su mano que está por llegar protagonizada con Arnold Schwazenegger, Sam Worthington, Terrence Howard y medio reparto de Lost por desgracia parece seguir la misma y equivocada senda que sus predecesoras.



No hay comentarios:

Publicar un comentario