lunes, 17 de diciembre de 2012

Manolete, si no sabes torear ¿pa' qué te metes?



Título Original Manolete (2008)
Director Menno Meyjes
Guión Menno Meyjes
Actores Adrien Brody, Penélope Cruz, Santiago Segura, Juan Echanove, Ann Mitchell, Nacho Aldeguer, Omar Muñoz




"Este tío tiene toda la cara de Manolete". En la vida olvidaré este comentario de mi cuñado después de ver a Adrien Brody en esa obra maestra llamada El Pianista dirigida por Roman Polanski. Por paradojas del destino cuatro años después el oscarizado actor dio vida en una película que trajo mucha cola (o rabo de morlaco en este caso) al célebre matador cordobés que sufrió una grave cogida el 28 de Agosto de 1947 en la plaza de toros de mi ciudad muriendo al día siguiente, Linares, localizada en la provincia andaluza de Jaén. La película fue polémica desde su gestación (no pudo rodarse en la localidad por "desacuerdos con el ayuntamiento") pero fue tras su producción cuando empezó a crecer la "leyenda" tras ella.




Manolete se rodó en 2006 y estaba lista para ser estrenada en 2007, pero según la productora el material del film fue embargado impidiendo su puesta de largo por culpa de una deuda con la empresa que llevaba la dirección artística del largometraje. Esa es la versión oficial, la que vendían las malas lenguas es que la película era tan mala que hasta el mismo director y guionista exigió (sin éxito) que retiraran su nombre de los títulos de crédito por el estropicio que los productores hicieron con el film, de modo que había miedo de estrenarla. El efecto Alan Smithee no llegó a efectuarse de todas maneras, ya que el nombre del guionista y director holandés permaneció en los carteles.




Desconozco qué versión es la real, sólo sé que el largometraje no vio la luz en España hasta este 2012, ya que permaneció bajo llave (es un decir, tuvo pases previos para la prensa especializada en algunos países europeos como Francia o Italia, fue allí donde empezaron a lloverle hostias a diestro y siniestro) seis años. Mi opinión tras verla es que las dudas sobre sacar a la luz el film eran fundadas y lógicas, porque nos encontramos ante un despropósito cinematográfico tal, que enumerar todos los fallos que la convierten en una muy mala película es una misión hercúlea.




Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete (Adrien Brody), fue un famoso torero de la primera mitad del siglo XX que perdió la vida el 29 de Agosto de 1947, un día después de sufrir una cogida al enfrentarse al morlaco Islero en la plaza de toros de Linares (Jaén). Durante la víspera del trágico acontecimiento seremos testigos de los últimos días de vida del diestro, mientras recuerda los mejores y peores momentos con el amor de su vida, la actriz española Lupe Sino (Penélope Cruz) que le acompañó de manera intermitente hasta sus últimas horas a pesar de la oposición de los familiares y allegados del diestro.




Manolete es una terrible película que no hay por donde cogerla. Es una de esas tv movies de sobremesa con las que nos maltrata la cadena española Tele 5, protagonizadas por personajes de la farándula y el famoseo, pero con más presupuesto y dos actores de renombre internacional. Se trata de un producto desangelado de ritmo plomizo y soporífero, mal escrito, interpretado, montado y rematado con una falta de profesionaldad tal que no nos permite poner en duda que su gestación debió ser un caos enorme en el que todo el mundo metió mano y en el que nadie parecía saber qué tenía que hacer.




Nada funciona en la cinta de Menno Meyjes. El guión es un folletín de tres al cuarto lleno de clichés, insustancialidades, tópicos rancios y diálogos impostados que incitan a la vergüenza ajena. El retrato de Manolete es paupérrimo y no se parece en nada al hombre introvertido y callado que parecía en la realidad. Cuando el film acaba poco o nada sabemos de su vida o personalidad más allá del campo profesional, porque el sentimental está reducido a su relación eroticofestiva con Lupe, romance falsario, chirriante, poco  realista y tan manido que el espectador no se lo cree en ningún momento.




Tampoco ayuda la desgana de la pareja protagonista, que en un ejercicio de pasotismo global ofrecen lo justo para que los roles salgan adelante de mala manera. Adrien Brody y Penélope Cruz tienen tablas y se nota en pantalla, pero la apatía con la que abordan sus criaturas hacen que el artificio y la redundancia se haga con la historia. Un poco mejor están los secundarios, un Santiago Segura con sobredosis de maquillaje y un Juan Echanove algo más entregado que el resto de sus compañeros. Pero ni ellos hacen que la cinta levante minimamente el vuelo, porque la misma no se sostiene por su propio peso.




Nefasto es también el montaje, que alterna flashbacks y pasajes del presente de manera arbitraria, caótica, impidiendo que el espectador haga pie espaciotemporal (pasando de un año a otro o localizando la acción en ciudades distintas sin venir a cuento) para intentar seguir con lógica la historia. Esto anula un desarrollo adecuado de la relación de los enamorados o la supuesta decadencia de Manolete como torero y sólo consigue que el espectador se pierda entre pasajes sin sentido en los que un Adrien Brody con cara de mapache depresivo suspira por patios cordobeses o calles lacónicas. Aunque nada de esto debería sorprendernos cuando se rumorea por la red que hay hasta 8 montajes distintos de la película. En ese caso podían haber estrenado el bueno (si existe) por consideración con la audiencia.




Puede salvarse un poco la fotografía y la dirección artística. El look visual de la película es pobre, pero las escenas de las corridas taurinas tienen más empaque (aquí casi no se nota que Brody no torea realmente, posiblemente el único acierto del ya mencionado montaje) que las que nos ofreció el polifacético cineasta Javier Elorrieta en Sangre y Arena, aquel esperpento con cuernos que sólo se salvaba por la belleza de un Sharon Stone imponente. Pero en ese sentido también chirrían las imágenes supuestamente líricas (la de las palomas parece un vídeo de campaña del PP rodado por John Woo) metidas con calzador o esa ruptura tonal abrupta que se produce con el flashback de la operación del protagonista, con lentes deformantes y montaje espídico que convierte el film por unos segundos en un sucedáneo de El Milagro de P. Tinto, de Javier Fesser.




Manolete es mala para la salud física y mental, su estreno finalmente fue un error, pero si nos ponemos puristas su misma gestación también lo era. Que conste que he dejado de lado mi repulsa por la mal llamada fiesta nacional o la recreación que han hecho de mi ciudad, que parece haber sido llevada a cabo por un adicto a distinta clase de psicotrópicos. Sólo me he centrado en las miserias de corte cinematográfico que esta, desde ya, cinta de culto de la caspa española, esta película de Vicente Aranda sin tetas, esta mala novela de Corín Tellado en imágenes con capote de grana y oro nos ofrece a lo largo de esos interminables 92 minutos de metraje en los que nos hacemos una sola pregunta: "¿Dónde estás, Matador?".


5 comentarios:

  1. Lo de Brody es tremendo. Creo que después de hacer "El pianista" no ha acertado en ni un solo proyecto que se ha metido, con la excepción de King-Kong, y eso a quien le guste.

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  2. Es el efecto Oscar, así que recuerde que estén bien después de El Pianista... Hollywoodland, su breve aparición en Midnight in Paris como Dalí, Splice, Viaje a Darjeeling y pondría Predators que me pareció muy maja, pero no es un ejemplo de "gran proyecto para después de ganar un Óscar". También dicen que está muy bien El Profesor (Detachment) de Tony Kaye (American History X) que la veré en breve y ya la evaluaré yo mismo.

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  3. Eh, que la Hayek en Frida tiene su extraño puntillo...

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  4. Rewelcome Jorge.

    Iba a hacerle una crítica más desenfadada a Manolete, pero eso lo dejo para Amanecer II o Tengo Ganas de Ti si cuando la vea, que la veré, aunque pase una agonía como con 3 Metros Sobre el Cielo.

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  5. Al de amanecer 2 por lo que me han contado, es y con mucho la más surreal y esperpéntica de toda la saga. Te lo vas a pasar bien

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