viernes, 2 de marzo de 2012

Baby Doll, la sirena del Mississippi




Título Original Baby Doll (1956)
Director Elia Kazan
Guión Tenesse Williams basado en su obra de teatro
Actores Carroll Baker, Karl Malden, Eli Wallach, Mildred Dunnock, Lonny Chapman, Rip Torn





Obra menor pero interesante de aquel señor virtuoso para el cine que logicamente no es recordado como figura pública con demasiado cariño o respeto por no pocas personas. A pesar de haber sido un chivato (nunca arrepentido) durante la Caza de Brujas de Hollywood iniciada por el senador Joseph McCarthy en los primeros años 50 y que tal hecho nunca se debe olvidar, es inevitable asociar el nombre de Elia Kazan a algunos de los mejores films de la historia del cine y a una manera de rodar películas en ocasiones hasta adelantada a su época.





Baby Doll narra las vivencias de un matrimonio formado por una joven (la que da título al film) que está casada con el maduro propietario de una desmotadora de algodón en Mississippi . Según un acuerdo que el marido firmó con el padre de la chica no podrá mantener relaciones sexuales con la muchacha hasta que ella cumpla los 20 años. El día del veinte cumpleaños de Baby Doll, cuando vence el acuerdo y Archie Lee puede mantener sexo con la muchacha aparece en escena Silva Bacarro, un terrateniente del negocio del algodón que intentará seducir a la protagonista con oscuros motivos.





Con la ayuda del dramaturgo Tennessee Williams, que adapta su propia obra de teatro, Elia Kazan realiza un drama con toques de comedia casi surrealista que sabe captar con fidelidad el calor sureño de la cuenca del Mississippi. Baby Doll fue un film bastante polémico en su momento (varias asociaciones religiosas hicieron campaña para boicotear su estreno) por tratar la sexualidad de una manera inusalmente carnal para la época, algo a lo que ya apuntaron Kazan y Williams cuando realizaron la memorable Un Tranvía Llamado Deseo cinco años antes.






Ya sólo en el excelente prólogo el director de La Ley del Silencio (On the Waterfront) rebasa bastantes límites de lo permisivo (cinematográficamente hablando) en lo que a mostrar sexualidad se refiere. Uno de los primeros pasajes (posiblemente el más recordado) nos muestra al personaje de Archie Lee espiando por una agujero de la pared a la que es su esposa mientras ella duerme en una cuna de bebé con su pulgar introducido en la boda. Escena que pone las cartas rápidamente sobre la mesa en cuanto a la temática de la cinta y que entre las muchas lecturas que contiene hace inevitable que pensemos en pedofília.






El tono teatral (ineludible por el origen de la obra de Williams) rodea todo el largometraje. Esto permite un interesante tour de force entre los tres magníficos actores que lo dan todo gracias a la (como siempre) excelente labor de Elia Kazan con la dirección de actores. La tensión sexual imperante, la envidia, la represión y el rencor rigen los movimientos de los roles principales, acentuándose por medio de los mismos la carnalidad y las pulsiones más primarias de los tres personajes que se abordan de manera que quedan reflejados de manera creíble pero enfatizando su despotismo como individuos.






Carroll Baker quedaría marcada de por vida por su papel de Baby Doll en esta cinta, asentando las bases de una Lolita cinematográfica que no sería extraño que el director Stanley Kubrick y la actriz Sue Lyon hubieran tomado como referente para llevar a imágenes la adaptación que el director de Barry Lyndon hizo de la novela homónima del escritor Vladimir Nabokov en el año 1962. Baby Doll es una niña caprichosa, que disfruta haciendo sufrir a su marido negándole relaciones sexuales. Archie Lee, interpretado con fiereza y resignación por un magnífico Karl Malden es una representación vívida de la represión sexual y el egoísmo y es el personaje más interesante del largometraje.






El tercer vértice del triángulo es el Silva Vacarro que llena de lascivia un, por aquel entonces, debutante Eli Wallach que inyecta la pantalla con malas intenciones, dando pie a las escenas más sexuales del film. Sirva de ejemplo esclarecedor el asedio al que somete a Baby Doll en la extensa, bien medida y bastante caliente (siempre sugiriendo y sin mostrar nada de manera explícita) en el pasaje del jardín de la casa de Archie Lee cuando la sigue al coche, el columpio o el interior de la casa, dando pie a un juego de gato y ratón lleno de simbología sexual.





Sin ser uno de sus largometrajes más destacados o reconocidos puedo decir sin miedo a equivocarme que Baby Doll es una interesante obra menor del siempre convincente y muchas veces glorioso Elia Kazan. Dentro de poco comentaré otra de sus obras menos conocidas pero bastante alabadas, Un Rostro en la Mulititud (A Face in the Crowd) cinta inmediatamente posterior a esta Baby Doll que me hizo pasar en su momento un buen rato con su sencillo pero certero retrato sobre las bajezas del ser humano.


2 comentarios:

  1. Un blog estupendo...mucha información y algunas muy buenas películas.

    Abrazo
    José M. Vara

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  2. Muchas gracias, aquí eres bienvenido siempre que quieras.

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