lunes, 11 de abril de 2011

Torrente 4: Lethal Crisis




Título Original: Torrente IV, Lethal Crisis
Director: Santiago Segura
Guión: Santiago Segura
Actores: Santiago Segura, Kiko Rivera, Tony Leblanc, Yon González, Enrique Villén, Francisco




En 1998 y tras una interesante y entretenida carrera delante de las cámaras y como cortometrajista el actor madrileño Santiago Segura debutó en la dirección de largometrajes con Torrente, el Brazo Tonto de la Ley. Su ópera prima era un retrato casposo del español de a pie más chabacano y reaccionario. José Luis Torrente es un ex agente de policía, facha, sucio, racista y fan a muerte del Fary y el Atleti. La cinta reventó la taquilla y ganó dos goyas, uno inmerecido a la mejor dirección novel y otro enormemente justo para el gran Tony Leblanc al mejor actor secundario, interprete que volvía a la pantalla de la mano de Segura, cosa que le agradecemos sobremanera.




En 2001 llegó la secuela, Torrente 2 Misión en Marbella, más grande, más ruidosa, más escatológica y graciosa. En ella se dieron la mano gags memorables, algunos secundarios para el recuerdo (Gabino Diego genial como Cuco) un villano inolvidable interpretado por el presentador y productor José Luis Moreno y una vez más, caspa, disparates y mal cine, pero ese cine cutre y salchichero que nos despierta una sonrisa o carcajada cómplice y sólo por ello le perdonamos todo. Con esta entrega se confirmó una de las señas de identidad de la saga, la interminable galería de cameos tanto de actores, como de gente del famoseo o deportistas durante los films.




Ya en 2005 se estrenó Torrente 3, el Protector, que una vez más hizo muy buena taquilla pero fue vapuleada por gran parte del público (de la crítica no hablo, que no es especialmente amiga de esta saga) que a día de hoy no tiene muy buen recuerdo de ella. Yo personalmente es con la que más me he reído, recuerdo incluso llorar en el cine con alguno de los gags, que sí, cada vez son más primarios y estúpidos, pero en ocasiones funcionan y te hacen pasar un buen rato si no eres un sibarita del humor sin amplitud de miras. Billy Wilder, los Monty Python y las comedias de los Coen tiene su lugar en mi vida, pero siempre tengo una pequeña parcela para el humor cafre y de brocha gorda. En esa zona como es lógico hay sitio para el bueno de Torrente.




Año 2011, Torrente IV, Lethal Crisis, estreno mundial en sobrecogedor 3D, Santiago Segura con la promoción del largometraje hasta en la sopa. El resultado no puede ser mejor. La campaña de marketing funciona, la película se convierte en su primer fin de semana el mejor estreno patrio de la historia, la taquilla explota, la gente habla de que es jodidamente graciosa y el hecho de que personajes del faranduleo español como Belén Esteban o Francisco Rivera Pantoja salgan en la cinta alienta al populacho a ir a las salas a deleitarse con esta joya del neorrealismo ibérico.




Torrente 4 es incluso más mala (cinematográficamente hablando) que las tres anteriores entregas, pero hay algo interesante en ella. Segura ha creado un arte, ya que debido al incontable número de apariciones estelares de personalidades conocidas a lo largo del metraje el espectador está tan pendiente de ellas que en ningún momento se para a pensar que realmente no hay argumento en la cinta. Porque si las tramas de los anteriores Torrentes eran estúpidas la de esta cuarta parte ya es que es casi inexistente y está cogida con pinzas, todo con la única misión de meter a cuantos personajes sean posibles para que tengan su momento de (dudosa) gloria en el producto.




Estas cintas solo se sustentan en el casting de celebridades y las secuencias de humor cafre. El primero es, como siempre, muy irregular. Paquirrín y Belén Esteban están para matarlos. Él como ayudante del protagonista está forzadísimo y falso como él solo y con ello lo único que consigue es que echemos de menos a gente como Javier Cámara o Gabino Diego. Ella parece que no sabe ni donde está a cámara (y eso que vive practicamente delante de ellas). De las apariciones que me gustaron destacan las de los chanantes, la de David Bisbal, el papel de Yon González, sobre todo su pelea con John Cobra y El Batu, Pablo Motos y Florentino Fernández, Andreu Buenafuente o la de mis paisanos y ex compañeros de clase Bigotes, Dientes y Galleta, linarenses de pro.




El humor es más escatológico y zafio que nunca. Con chistes de pedos, heces, objetos que salen por orificios a los que normalmente no les da el sol, racismo, política, catalanes, vascos y haciendo especial hincapié en la actual crisis global que se está cebando especialmente con nuestro país desde hace unos tres años más o menos. Todo con brochazos de trazo muy grueso, humor poco sutil que a pesar de todo confunde a gente poco espabilada hasta el punto de llegar algún imberbe a admirar al protagonista de la saga. Para mear y no echar gota.




Personas enemigas del mal gusto y la pueril incorrección política, alejénse de esta nueva entrega de las andanzas de el simpar José Luis Torrente. En cambio todos aquellos que sean capaces de reírse con las correrías de este personaje tan español como la sangría, el pescaito frito, el flamenco, el paro o la envidia, que no lo dude y la vea. Recomendable hacerlo en ese resultón y estúpido 3D. Siempre es un placer compartir con Torrente la filosófica y milenaria duda de si hacernos o no unas pajillas con su persona.


2 comentarios:

  1. Mira que es mala esta saga pero lo que me rio XDDD la tengo que ver pronto ^^

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  2. Pues con lo que ha recaudado la jodida película tenemos con toda seguridad quinta entrega.

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