martes, 10 de agosto de 2010

Pesadilla en Elm Street, el Origen, el germen del hijo de cien maniacos



Título Original: A Nightmare on Elm Street (2010)
Director: Samuel Bayer
Guión: Eric Heisserer y Wesley Strick, basado en los personajes de Wes Craven
Actores: Jackie Earle Haley, Kyle Gallner, Rooney Mara, Katie Cassidy , Thomas Dekker, Kellan Lutz, Clancy Brown, Connie Britton, Lia D. Mortensen





Enésimo remake de una cinta de culto dentro del género de terror, de nuevo con Michael Bay de productor que en esta faceta siempre suele darnos una de cal (La Matanza de Texas 2004) y otra de arena (Viernes 13). Esta vez le ha tocado a la cinta de culto de los 80 escrita y dirigida por Wes Craven y protagonizada por Robert Englund, excelente y original producto que conoció una infinidad de secuelas en las que el humor macabro iba sustituyendo gradualmente al terror llegando en las últimas entregas a la autoparodia pura y dura.




Yo no sé que esperaba la gente de este remake, ya que cumple con nota su misión, actualizar el primer film de la saga y dar un origen sólido a la génesis del personaje. Algo parecido lo que hiciera Rob Zombie en su excelente Halloween, el Origen. Pesadilla en Elm Street versión 2010 esta dirigida por Samuel Bayer, realizador surgido del mundo del videoclip, y esto por mucho que algunos se empeñen no es un handycap, donde dirigió obras (algunas excelentes, de las mejores del medio) para gente como Iron Maiden, Metallica o Marilyn Manson.




Bayer respeta escrupulosamente la esencia del film homónimo de Wes Craven y si bien es cierto que algunas escenas (eso sí, muy contadas) las calca, es lo suficientemente inteligente como para a parte de insuflar un muy logrado look visual, no dejarse llevar por el efectismo, los sustos de baratillo y dar su propia visión del nacimiento del personaje, aunque eso es más achacable al guión de Heisserer y Strick. Lo más gracioso es que mucha gente echa en cara que esta nueva versión no muestra el sentido del humor tan negro que destilaba el Freddy original. Todo fan de la saga sabe y recuerda que el tono de comicidad macabra del amigo Krueger vino con las secuelas. En la primera parte había poco lugar a la payasada, que sí imperaría en las siguientes entregas, y este es un remake del primer film, de modo que en ese sentido no hay fallo alguno.




El mayor acierto y paradojicamente el fallo más destacable del remake que nos ocupa es la confirmación de lo que todos sabíamos pero nadie aseguraba, que Freddy Krueger era un pedófilo. Es una acierto porque tal hecho da un mínimo poso de seriedad y hondura al producto y a la personalidad del protagonista (además, todo lo relacionado con los abusos está llevado son sutileza y elegancia) y es también un fallo garrafal porque la confirmación del tal delito justifica de manera reaccionaria el linchamiento por parte de los padres hacia el protagonista. En ese sentido la estructura me recuerda a Escalofrío, el debut del actor Bill Paxton en la dirección, que por culpa de su final perdía todo el inquietante retrato que hasta ese momento realizaba del sur de Estados Unidos y su fanatismo religioso.




Jack Earle Haley, ese hombre (pobre tipo, siempre hace de pedófilo o persona que se relaciona con ellos). ¿Es el Rorschach del Watchmen de Zack Snyder mejor Freddy Krueger que Robert Englund? no, por supuesto que no. Pero sí es, no sólo un dignísimo heredero del protagonista de Trampa Mortal como el asesino de las cuchillas, sino también unas 500 veces mejor actor que él y no digo esto por el papel que hace aquí, que de todas formas está muy bien realizado, gracias al buen uso que hace de la modulación de la voz, el lenguaje corporal y ese incesante e irritante movimiento que hace con los dedos del clásico guante de metal.




Sin ser un film destacable, Pesadilla en Elm Street es un producto de consumo bienintencionado que da al espectador lo que busca, macabro entreteniento para pasar hora y media entretenida. Si alguien busca algo más no lo encontrará, pero el hecho de que tenga mucho más nivel que cualquiera de las secuelas de la saga original, que Bayer mejore el final de la cinta primigenia (la escena con la muñeca hinchable produce verdaderas carcajadas y a día de hoy su visión ensucia un film casi impoluto) y que intenten dar algo de seriedad al proyecto hacen que valga la pena su visionado. ¿Es necesaria su existencia como producto cinematográfico? no, pero como nos lo tenemos que comer igualmente (en el sentido de que existe, no en el de que haya que verla por cojones), al menos está bien cocinado, sin llegar a ser un bocatto di cardinale, ni mucho menos.


2 comentarios:

  1. Coincido con usted. Jackie Earley me cae muy bien pero aún no he visto ninguna buena película dónde actue el (No,Watchmen aún no la vi)

    ResponderEliminar
  2. Juegos Secretos de Todd Field, buen drama, hace de pedófilo, estuvo nominado al Oscar incluso, merece la pena.

    ResponderEliminar