sábado, 10 de octubre de 2009

La Noche es Nuestra



Título Original We Own the Night (2007)
Director: James Gray
Guión: James Gray
Actores: Joaquin Phoenix, Mark Wahlberg, Robert Duvall, Eva Mendes, Danny Hoch, Alex Veadov, Oleg Taktarov, Dominic Colon, Joe D'Onofrio




James Gray es un director que con sólo tres films se ha ganado un buen grupo de detractores y seguidores, esta We Own the Night, es su tercera cinta. Obra policiaca de corte negro al más puro estilo setentero, el director se pone desde el principio del lado de los pitufos y hace un retrato digno y lleno de honor de las fuerzas de la ley newyorkinas. La mirada sesgada sobre los policías de films como Training Day o series como The Shield aquí es inexistente y la verdad es que a veces se agradece que no todos los policíacos retraten como corruptos a los maderos.




Gray se alimenta directamente de Los Nuevos Centuriones la crepuscular cinta dirigida por Richard Fleischer y protagonizada por George C. Scott, aunque también hay algunos apuntes que recuerdan a Distrito Apache de Daniel Petrie y sobre todo el espíritu de la serie Canción Triste de Hill Street que sobrevuela toda la cinta.




Técnicamente la película es sobresaliente, la manera de dirigir de Gray es la de un tipo con un pulso narrativo envidiable (la secuencia en el laboratorio clandestino de coca es un ejemplo) y la escena de la persecución bajo la lluvia es de las mejores secuencias del 2008. Es como tomar una de las míticas escenas de coches dirigidas con mano maestra por el fallecido John Frankenheimer pero llevándola un paso más allá. El resultado es de matrícula de honor.




Los actores todos correctos. Wahlberg cumple, pero su papel se parece demasiado al que hizo en Infiltrados (esta película no es una secuela de la cinta de Scorsese como piensan algunos). Joaquin Phoenix está genial y Robert Duvall da el toque de prestigio y el aire a lo Sidney Lumet a la cinta. Eva Mendes, atentos a su primera escena en el film con Phoenix, está mejor que nunca pero tampoco es decir mucho, pone cuerpo, un par de llantos y poco más.





Una gran película, que se pasa volando, perfectamente realizada en todos los sentidos y escrita con firmeza, solo se le podría achacar a Gray que no tiene ni puta idea de como ambientar una trama en los años ochenta porque la estética es más setentera o noventera que de la década de los cardados, y esa frase final que al menos doblada al español hace que te descojones de risa. Policíaco altamente recomendable será bueno seguirle la pista a James Gray, dará mucho que hablar porque los dos films que yo he visto salidos de su mano, que son el que nos ocupa y su seco y austero pero resuelto debut Little Odessa muestran a un autor con verdadero talento.


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