miércoles, 10 de diciembre de 2014

Mortadelo y Filemón Contra Jimmy el Cachondo



Título Original Mortadelo y Filemón Contra Jimmy el Cachondo (2014)
Director Javier Fesser
Guión Cristóbal Ruiz, Claro García y Javier Fesser basado en los cómics de Francisco Ibáñez





Una carrera en viñetas de más de 55 años de edad abalan a Mortadelo y Filemón, los personajes creados por Francisco Ibáñez entre las paredes de la mítica editorial española Bruguera. Adaptaciones a distintos países en los que el éxito de los tebeos es un hecho desde hace décadas y la traslación a distintos medios catódicos o cinematográficos tanto en animación (dos series de tv, la mítica de Estudios Vara de los 60 y la de BRB Internacional y Antena 3 en los 90) como imagen real han extendido el legado de estos dos entrañablemente torpes agentes secretos de la T.I.A (Técnicos de Investigación Aeroterráquea) que en pleno 2014 siguen dando guerra en viñetas, aunque con sus años dorados bastante alejados en el tiempo.




En 2003 un Javier Fesser que venía de ejecutar una de las comedias más memorables, atípicas y entrañables del cine patrio contemporáneo con El Milagro de P. Tinto llevó a la pantalla grande la primera película de imagen real protagonizada por los personajes de Francisco Ibáñez con un más que considerable éxito. La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón tenía muchos aciertos en su haber, como un casting (encabezado por un pletórico Benito Pocino que sencillamente "era" Mortadelo) elegido con escuadra y cartabón y una estética muy deudora de los cómics. Pero adolecía de un desarrollo y trasfondo que no conseguía captar la verdadera esencia de los tebeos cuyo devenir se estancaba cuando al quinto o sexto golpe de cachiporra o tapa de alcantarilla todo era entregarse a una agotadora redundancia, técnica y artísticamente brillante, pero agotadora al fin y al cabo.




Cinco años después el director Miguel Bardem (La Mujer Más Fea del Mundo, Noche de Reyes, Incautos) tomó el relevo de Javier Fesser y rodó la secuela Mortadelo y Filemón: Misión Salvar la Tierra, en el que repetía el mismo reparto, exceptuando el catalán Benito Pocino, que por diferencias con los productores abandonó el proyecto asumiendo su rol de Mortadelo el cómico Edu Soto. Un servidor nunca llegó a ver esta segunda parte, pero cierto es que aun funcionando bien en taquilla recibió ataques más o menos enconados tanto por parte de la crítica como del público o los fans de los personajes, que la pusieron de vuelta y media en su época de estreno. Pero no sería esa la última traslación de las correrías de las más célebres creaciones de Francisco Ibáñez y eso nos lleva al actual 2014.




Unos años después del éxitoso paréntesis que supuso la realización de la intensa, valiente y polémica Camino, basada en los últimos días de vida de la canonizada niña Alexia Gonzalez-Barros cuya familia pertenecía a la institución religiosa Opus Dei, Javier Fesser decidió volver a los personajes que había llevado a imagen real en 2003 rodando así el tercer largometraje protagonizado por Mortadelo y Filemon. La novedad en esta ocasión es que el director madrileño tomaba la sabia decisión de realizar esta nueva secuela en animación en 3D, localizando la historia en un formato mucho más cercano y fiel a las viñetas primigenias en las que han ido desfilando los dos agentes secretos y sus secundarios desde hace casi 60 años.




Mortadelo y Filemón Contra Jimmy el Cachondo no sólo recupera al Javier Fesser más festivo y coherentemente alocado desde su ya lejana ópera prima, también es la adaptación (casi) perfecta de los personajes de Ibáñez a imagen real. Fesser ha tomado nota de los fallos de su primera incursión en el universo de los tebeos del autor de Pepe Gotera y Otilio o Chicha, Tato y Clodoveo y ha conseguido por fin llevar las viñetas a imagen en movimiento no sólo emulando fidedignamente la obra de Ibáñez en el plano estilístico, también trasladando gran parte del espíritu de la obra a la pantalla de cine  y con mucho más mérito si tenemos en cuenta que el guión escrito a seis manos no se refleja de manera directa en ninguna de las historietas clásicas o modernas de Mortadelo y Filemón, aunque toma de detalles de muchas de las más reconocibles para los lectores habituales.




La última obra de Javier Fesser es una fiesta cinematografica para todos los púbicos que se sumerge totalmente en los guiones y dibujos de Francisco Ibáñez desde ese arranque con el travelling a ras de suelo con el que seguimos el recorrido de la oronda Ofelia hasta la oficina del Super Intendente Vicente. En esos pocos segundos el director de Camino comienza a desplegar su puesta en escena incluyendo en cascada y sesión continua incontables referencias al universo de Mortadelo y Filemón y aunque la excesivamente alargada escena de arranque nos desconcierte de alguna manera en todo momento podemos ver a esos personajes que ya estaban ahí cuando muchos de nosotros todavía o habíamos nacido. Porque de manera inteligente Fesser no reniega de lo que ya hizo hace once años, pero sí lo depura para acercarlo más a su origen en papel.




Aquella estética slapstick de incontrolable imaginería visual de La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón encuentra aquí la horma de su zapato con la animación en 3D. Personajes como los protagonistas, el Super, Ofelia, el profesor Bacterio, Rompetechos (aquí liberado de su estúpida filicion franquista del largometraje de 2003) o Irma son trasladados con un milimétrico respeto a la pantalla grande y sus correrías tienen lugar en edificios o calles llenas de colillas de cigarro, jocosos carteles publicitarios o secundarios de relleno tales como policías bigotudos, ciegos (con divertido perro lazarillo) caídos en desgracia, ancianas duras de oído, todo ello sin recurrir los guionistas y el director únicamente a la inocua violencia física por medio de continuos golpes (aunque también apelan a ella, es su obligación) porque en esta ocasión Fesser ha sabido captar el tono de locura de las viñetas sin eludir su tono de disparate continuo, previsible en lo argumental, pero adictivo en lo conceptual.




Dentro de este espídico caos controlado, que recuerda al de  Las aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio de Steven Spielberg y Peter Jackson, Javier Fesser tiene tiempo también para marcar a fuego su sello autoral con incontables referencias no ya sólo a su primera incursión en el universo de los personajes de Ibáñez sino también a su ya mencionada ópera prima El Milagro de P. Tinto, sus descacharrantes cortometrajes Aquel Ritmillo o El Sedcleto de la Tlompeta o la serie online Javi y Lucy con el humor físico deudor de Tex Avery, la música española casposa de la primera mitad del siglo XX, el imperante tono naif o sus sempiternas bombonas de butano que tienen aquí también su momento de gloria durante el clímax final del largometraje.




Repasando los pasajes para el recuerdo tenemos toda la parodia del reality show Gen Hermano (con impagable referencia al Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981) el arranque con homenaje a las buddy movies americanas (acierto mayúsculo el uso de la voz de Ramón Langa) todas y cada una de las visitas al piso que comparten los dos agentes secretos, los cambios de humor de aquellos a los que se les inyecta la fórmula inventada por el profesor Bacterio o el clímax final en el que la locura se vuelve desbordante pero nunca agotadora o reiteraiva. Apunte muy positivo para el doblaje de los personajes encabezado por el de los dos protagonistas con la voz de un pletórico Karra Elejalde en la piel de Mortadelo y Janfri Topera (actor que curiosamente dio vida al profesor Bacterio en las dos versiones en imagen real) del sufrido Filemón,




En resumidas cuentas Mortadelo y Filemón Contra Jimmy el Cachondo es en el plano estético la posiblemente película animada en 3D más lograda de nuestro celuloide, una adaptación ejemplar de los personajes de Francisco Ibáñez y una obra cinematográfica que sin llegar a la excelencia (le restan algunos puntos fallos como el poco peso del personaje de Jimmy que es eclipsado, en todos los sentidos, por el impagable Tronchamulas o el a veces caótico devenir de su trama, seguramente buscado por los autores de la obra)  se revela como una de las producciones españolas más interesantes del 2014, una que pueden disfrutar tanto grandes como pequeños y sobre todo los que nos criamos con un tebeo de los agentes más aguerridos de la T.I.A en las manos gracias a las malas artes de padres, hermanos o kioskeros de confianza.


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