jueves, 21 de marzo de 2013

Top Cómics 2012



También con bastante retraso, pero aquí tenemos el Top en el que reivindico los cómics que más me gustaron del pasado año. En esta ocasión hay de todo, pero imperan varias de las colecciones del NUDC (Nuevo Universo DC) que forman parte del reboot que la editorial de Batman, Superman y Wonder Woman realizaron a finales del 2011 y que a España llegó a principios del año siguiente. Dentro de ese reinició he dejado fuera colecciones que me gustan como JL Dark de Peter Milligan, Action Cómics de Grant Morrison y Rags Morales, Green Lantern de Geoff Johns y Doug Manhake, Aquaman con, otra vez Geoff Johns e Iván Reis o esa simpaticona tontada que es la JLA de, ¡sorpresa!, Johns con Jim Lee a los lápices, todo para no repetir muchos autores y hasta personajes en la lista, pero he incluido otras que me parecía de recibo destacar. Tres de Avatar Press (sigo teniendo debilidad por este sello) y cosas de Marvel que también me han hecho pasar buenos ratos, aunque he dejado en el banquillo cosas como Veneno y Los Imposibles X-Force de Rick Remender, Masacre: Pulp o Lobezno: El Mejor en lo que Hace. De Image sólo The Walking Dead (me arrepiento no haber leído el primer tomo de Saga de Brian K. Vaughan y Fiona Staples) y una impagable pieza sibarita encabezando el ranking. Una vez más después del primer cómic el resto están ordenados aleatoriamente. Vamos al tema.





El mejor cómic del 2012 es un making of del mejor cómic de la historia. Metamaus es oro pulido para todos aquellos que cosideramos que Maus de Art Spiegelman es la cumbre más alta a la que ha llegado el noveno arte. Un enorme trabajo de información recopilada de las influencias, anécdotas y protagonistas del proceso creativo del testimonio definitivo sobre el holocausto protagonizado por ratones judíos y gatos nazis. Una enorme entrevista al autor es el núcleo central de este indispensable trabajo lleno de bocetos, declaraciones de familiares del autor, la transcripción de todo lo declarado por el padre de Spiegelman, que es la figura más importante del cómic, su narrador: Para colmo incluye de regalo un dvd con mucha más información acerca de cómo se dio forma a una obra maestra que trascendió el medio en el que fue creada.





Tras el olvidable paso de Rick Remender por la serie señera del personaje creado por Gerry Conway, Ross Andru y John Romita Sr tomó las riendas de la misma Greg Rucka, autor que se hizo un nombre con colecciones como Batman, Detective Comics o la genial Gotham Central. El resultado es de notable alto, consiguiendo algo que yo creía imposible, que vuelva a interesarme por una colección del Castigador fuera del sello MAX. Garth Ennis y en menor medida Jason Aaron han dado una visión tan perfectamente realista de Frank Castle que verlo otra vez codearse con los personajes pijameros era algo que me chirriaba considerablemente (y más si lo convertían en un sosías del monstruo de Frankenstein) pero Rucka con la ayuda de un magnífico Marco Chechetto que llena todas las viñetas de una visceralidad llena de claroscuros consigue que no se pierda el tono de realismo aún apareciendo personajes superpoderosos en escena, porque aún con todo se mantiene el tono crudo y de literatura noir que también le queda al personaje. Un excelente trabajo en el que destaca en episodio del interrogatorio policíaco. El segundo tomo ya está en mis manos y es una pena que sea el último, triste que una etapa tan acertada como la de Rucka con el personaje haya durado tan poco.





El Catálogo del Cómic edita por primera vez en España un cómic de vital importancia dentro del medio a lo largo de los años 90. Flex Mentallo, personaje nacido en la etapa de Grant Morrison al frente de Doom Patrol, que vio la luz desde el sello Vertigo perteneciente a DC, es la primera obra que unió los talentos de los escoceses Grant Morrison y Frank Quitely y supuso una rara avis en aquella década de mandíbulas apretadas y armas gigantescas en brazos musculados imperando en el cómic norteamericano de superhéroes. Ejercicio de riquísima metaficción con apuntes autobiográficos por parte de Morrison, deleite visual y artístico a manos de Quitely, un microcosmos creado alrededor de un universo riquísimo que en última instancia se revela como un cálido homenaje al mundo del cómic apelando al más puro sense of wonder. Más allá del polémico recoloreado a manos de DC para esta edición, hablamos de una pequeña obra maestra de imprescindible lectura.





No sé si ha sido un éxito o un fracaso el reboot de DC. Sus ventas me dicen que sí, el caótico ir y venir de guionistas y dibujantes de muchas colecciones me dicen que no. Pero lo que sí es cierto que gracias a este NUDC me he subido al carro de muchas colecciones dentro de la editorial y estoy disfrutando considerablemente las mayoría de ellas. Wonder Woman posiblemente sea la mejor serie superheróica de la actual DC, Brian Azzarello y Cliff Chiang han sabido captar la esencia y el bagaje del personaje enfatizando la lucha interna entre su carácter divino y su lado más humano. El resultado es brillante, un producto de gran calidad que ofrece una perspectiva de Diana Prince rica en lecturas, fuerza y simbología. A seguir muy de cerca





Mientras el Nuevo Universo DC se formaba en las oficinas a Grant Morrison os editores le dejaban su pequeña parcela privada para seguir desarrollando su particular visión de las aventuras del Guardián de Gotham. Batman INC es el inicio de la culminación de una etapa de más de 8 años en la que el de Glasgow ha recuperado  cierta luminosidad superheróica para el álter ego de Bruce Wayne. Desde que deconstruyera al personaje en Batman R.I.P. el autor de Los Invisibles ha reformulado las constantes actuales del personaje devolviéndolo a sus orígenes, demostrando un conocimiento enciclopédico de las primeras décadas de Batman y llevándolo a su propio terreno. La ecléctica puesta en escena, la acertada elección de dibujantes y todo el subtexto que contienen las andanzas de la franquicia de los Batman de todo el mundo ofrecen un espectáculo que se mueve entre la ligereza y la morbidez con una facilidad pasmosa. Es una de las muchas caras del caballero oscuro y nos gusta.





Mark Waid es posiblemente uno de los guionistas de cómic que mejor sabe extrapolar el clasicismo a las viñetas del silgo XXI. Tras etapas como las de Kevin Smith, Brian Michael Bendis o Andy Diggle en las que Matt Murduck estaba cayendo en una espiral de oscuridad existencial y autodestrucción física y moral ha tenido que venir el autor de Los 4 Fantásticos: Los Imaginautas y llenar de luz las andanzas del Hombre Sin Miedo. Con un primer arco cuyo título es toda una declaración de principios con respecto al giro de timón que la colección va a dar, el creador de Kingdom Come se rodea de dibujantes de trazo clásico como Paolo Rivera o Marcos Martín (imposible no pensar en Steve Ditko o Jack Kirby viendo sus viñetas) para ofrecer una de las colecciones más importantes de un sello Marvel que al igual que DC se ha metido en un relanzamiento ¿necesario? de casi todas sus colecciones pijameras.





Ya lo sabéis los que me leéis, me gusta el sello Avatar Press, soy adicto a las colecciones excesivas, brutas y pasadas de rosca que sus editores les permiten desarrollar a autores importantes como Alan Moore, Garth Ennis o Warren Ellis. Crossed nació de la mano de Garth Ennis y Jacen Burrows y se convirtió en la colección estandarte de la casa. Una nueva visión del fenómeno zombie, recrudecida, brutal y con el aliciente de que sus infectados (los cruzados) también adquieren una avidez sexual sin límites que les incita a realizar los actos más inhumanos jamás pensados. Tras la marcha de Ennis cogió los guiones el americano David Lapham y realizó el arco Valores Familiares y el one shot Crossed 3D, que si bien tenían su encanto y salvajismo no llegaban al nivel de lo planteado previamente por el autor de The Boys. Con Crossed: Psychopath tampoco lo ha conseguido, pero ha dado un paso de gigante dentro de la serie haciéndose con ella y llevándola a unos límites de sadismo pocas veces vistos en un cómic estadounidense. Con la ayuda del español Raúlo Cáceres que hace del exceso y el barroquismo visceral una virtud, Lapham expone un retrato inquietante de la psicología humana al mostrarnos a un psicópata (el que da el nombre al tomo) cuya monstruosidad eclipsa a la de los mismo cruzados. Lectura crudísima y sólo apta para amantes de las sensaciones fuertes.





Peter David sufrió a finales de año un infarto cerebral del que espero se esté recuperando satisfactoriamente. Lo primero es que se ponga en condiciones y luego que vuelva al trabajo, pero me sabría mal que no pudiera seguir con su excelente labor en la que es mi colección mutante favorita de Marvel, su segunda (tercera si contamos la breve de los 90) en la serie X-Factor. El guionista sigue con su magnífico trabajo inyectando carisma, veracidad, amor, humor y problemas tanto mundanos como existenciales a esta peculiar agencia de detectives. En el tercer tomo editado por Panini tenemos momentos brillantes, enemigos intratables y un final trágico que por muy manido que esté en el medio sólo David sabe idear de manera que nos llegue a tocar la fibra sensible. Entre los ilustradores que llevan sus palabras a las viñetas destaca una Emmanuela Lupacchino que a un servidor enamora con su limpio trazo.





Tras algunos números en los que Kirkman no parecía saber hacia dónde quería encarrilar las desventuras de Rick Grimes y compañía, vuelve a dar síntomas de inventiva, pulso medido y creación de personajes secundarios brillantes (ese Jesús) en Un Mundo Más Grande, midiendo el peso de su protagonista en la historia y su deshumanización, el status del grupo como comunidad y sorprendiendo con relaciones personales que hace un par de años no hubiéramos ni imaginado. Un servidor va a ritmo español y todavía no ha leído ese número 100 que se encuentra en el tomo que acaba de editar Planeta este mismo mes, pero tras una ligera decepción durante el 2011 vuelvo a recuperar la fe en el trabajo del creador de Invencible. A ver qué tal esa entrega que cumple la centena que los que ya la han leído hablan de acierto mayúsculo que deja con dos palmos de narices al lector habitual.






Panini ha editado durante 2012 los dos tomos que cierran no sólo la etapa de Jason Aaron en Punisher MAX, también (y de manera desacertada desde mi punto de vista) la colección en sí. La creación del Frank Catle de la línea MAX para lectores adultos y poner como guionista en la misma al irlandés Garth Ennis fue (junto a poner a Grant Morrison al frente de los X-Men) el mayor acierto de Joe Quesada como editor de la Casa de las Ideas a lo largo de la década pasada. El autor de Predicador llevó al personaje a cotas de eficacia, realismo, lectura social y alegoría que ningún escritor previo había podido siquiera vislumbrar. Jason Aaron (Scalped,  Hulk) no consigue llegar al nivel de calidad de lo expuesto por Ennis, pero sí dar un memorable cierre crepuscular a la andadura del Castigador en esta recta final en la que destaca este arco llamado Frank. El escritor de Astonishing Spiderman y Lobezno da una nueva dimensión a lo que planteó en los tomos Kingpin y Bullseye al ofrecer un punto de inflexión conceptual al origen de la brutal lucha contra el crimen de Castle, ofreciendo un cómic de gran calidad que sólo se resiente por el dibujo de un Steve Dillon desganado y plano.




El evento Flashpoint (uno de los 20 anuales que nos regalan innecesariamente tanto Marvel como DC) puso fin al universo DC traidicional y supuso el punto de inicio del reboot por parte de dicho sello. Dentro de dicho crossover de colecciones se editó un tomo de 48 páginas que narraba en una especie de universo paralelo la existencia de unos Batman y Joker muy peculiares, atípicos y creados con una idea y concepto tan originales como trágicos. Los autores fueron Brian Azzarello y Eduardo Risso, los creadores de la mítica 100 Balas, que ya trabajaron al servicio del Caballero Oscuro en la entretenida Broken City y el resultado es Batman: El Caballero de la Venganza, una pequeña joya a descubrir con un tono de tragedia shakesperiana y un acabado tenebrista que deja con un agrio sabor de boca digno de cualquier buena obra literaria






Jason Aaron se ocupa en esta miniserie de cuatro entregas de las correrías en solitario de la versión Ultimate del Primer Vengador. El tomo no deja de ser una muy elocuente revisión actualizada de Apocalipsis Now en la que Steve Rogers debe enfrentarse a Nuke en una selva en Camboya en la que ha formado un ejército con el que se ha hecho fuerte en la zona. El austero y seco dibujo de Ron Garney ayuda a Aaron a enfatizar la crudeza salvaje de la historia y con la historia que narra confirma que los principios morales ultraconservadores de esta versión del Capi son inquebrantables para bien o para mal aunque en ocasiones bordee el fascismo, idea que el guionista expone con inteligencia al no justificarla pero si aceptándola como algo inevitable dentro de la esencia de su protagonista.





Aunque ECC ha editado a lo largo de 2012 los tomos 3 y 4 de la colección American Vampire esta mini es para un servidor lo mejor visto este pasado año dentro de la creación del guionista Scott Snyder. Selección Natural es un homenaje al cine exploit de nazis europeo que copó gran parte de las carteleras de los cines de segunda fila y serie B de los años 70. Snyder se une al magnífico ilustrador Sean Murphy (Joe, el Bárbaro) para realizar este trabajo que se puede leer independientemente de la colección original, pero que gana enteros si se ha seguido aquella. Homenajes que van desde Sam Peckinpah a obras de literatura pulp tanto dentro del género de terror como el bélico, Un producto de calidad, oscuro y bestial que confirma que a Snyder le queda mucho por decir sobre los chupasangres que construyeron América.





Tras un par de arcos sin mucho interés para el que suscribe tras la marcha de Grant Morrison de la colección y con la instauración del NUDC Peter J. Tomasi al guión y Patrick Gleeson se hacen con los mandos de Batman y Robin y ofrecen la, posiblemente, colección más interesante del Hombre Murciélago en la actualidad. El guionista de The Mighty ahonda con inteligencia en la relación entre Bruce Wayne y su hijo Damien, vástago de Talia al Ghul y criado desde niño por una la organización criminal la Liga de las Sombras. Con un tono más oscuro que el de Morrison y con una definición y desarrollo de personajes magnífico Tomasi se lo pone fácil a Patrick Gleeson para que sustente con su atípico trazo un argumento rico, bien hilado y que engrandece al personaje del primogénito de Batman convirtiéndolo en el verdadero protagonista de la serie. Lectura altamente recomendable, de lo mejor del reboot de DC.





Scott Snyder (American Vampire, Batman) sabía que era imposible igualar la labor del gran Alan Moore con la colección Swamp Thing, de modo que se desvincula de lo escrito a fuego por el de Northampton en este reinicio del personaje creado por Len Wein y Berni Wrightson. Manteniendo el tono Vertigo de su anterior etapa, el mensaje ecologista y las cuestiones existenciales del protagonista, pero alejándose del lirismo de su etapa dorada de los 80, Snyder se entrega a una morbidez física llena de deformidadas y enfermedades víricas y contagiosas que le dan un toque cronenbergiano a su narración. Todo apuntalado por un Yanick Paquette que posiblemente sea el mejor dibujante que tiene DC en nómina, es más, cuando en algunos números es sustituido por otro ilustrador la serie se resiente. Otra lectura indispensable de este 2012 fuera del pijameo del NUDC.





La llegada de Scott Snyder al mundo de Batman fue muy celebrada. Pero un servidor se quedó un poco indiferente con su arco Hungry City para Detective Comics (Black Mirror no lo he leído) y hasta que no leí esta Puertas de Gotham, ideada por él, llevada a guión por Kyle Higgins y dibujada por Graham Nolan y Dustin Nguyen no me convenció como autor de las historias de mi personaje de cómic favorito. Este one shot se hace fuerte al centrar su argumento en el mayor acierto de Snyder desde que tomara las riendas del álter ego de Bruce Wayne, el protagonismo que ha dado, no ya a Gotham como ciudad (no son pocos los autores que la han retratado como un personaje más), sino a la arquitectura y cimientos de la misma, dando forma a una historia sobre legados heredados, maldiciones familiares, venganzas que me parece incluso más interesante que lo que ha realizado posteriormente en la colección principal del personaje, que como bien comentaré al cierre de la entrada, me gusta mucho, pero no lo veo tan brillante como la mayoría de lectores.




Warren Ellis escribe para el sello Avatar Press esta colección sobre un atípico pirata eléctrico que a lo largo del año 1830 trae de cabeza con sus actos delictivos a la policía metropolitana de Londrés. El autor de Planetary crea una historia de corte revolucionario con estética ¿electropunk? que bebe indudablemente de La Liga de los Hombres Exctraordinarios de Alan Moore y Kevin O'Neill pero que tiene su propio encanto moviéndose entre corsarios aéreos antisistema, policías renegados, mujeres pirata y el barroquismo estilístico (adecuadísimo para la historia) de un Raúlo Cáceres sencillamente brillante a los lápices. Una de las lecturas más gratificantes del año pasado para un servidor.





Al igual que Snyder con La Cosa del Pantano, el canadiense Jeff Lemire era consciente de que Grant Morrison (y en menor medida Jamie Delano) lo habían dicho prácticamente todo sobre un personaje como Animal Man, de modo que se desvincula de lo expuesto por el escocés y realiza un ejercicio de experimentación narrativa y estética que se revela como la colección más Vertigo de todas las editadas dentro del NUDC. Con una visión retorcida de las vivencias de Buddy Baker, abordando inteligentemente su legado que será depositado en su hija pequeña. El dibujo a seis manos de  John Paul Leon, Steve Pugh y Travel Foreman dan forma a unas criaturas multiformes de aspecto abominable que inyectan una latente sensación de amenaza al cómic. Animal Man está en la élite de lo mejor del NUDC y espero con ganas su cruce con Swamp Thing en el crossover Mundo Putrefacto, ya que promete ser memorable el hecho de cruzar dos series que se muestran como las distintas caras de una misma moneda.





David Lapham se ocupa de escribir esta serie sobre la figura de Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como Calígula. El autor de Crossed o Balas Perdidas trata de dar una nueva dimensión al infame emperador romano narrando un relato que aunque se ciñe históricamente bastante a lo acontecido en la realidad, introduce un matiz irreal que hiperboliza la naturaleza del personaje retratándolo como un ser sobrehumano, una entidad formada de mal puro que corrompe y destruye todo lo que toca. El dibujo de German Nobile, que se mueve entre lo clásico y lo vanguardista con el uso de técnicas digitales, remata una historia dura y sin concesiones, pero con un interesante trasfondo alegórico sobre la maldad inherente en el ser humano.






Scott Snyder ha entrado a o grande en el universo de Batman. Su colección vende ejemplares como rosquillas, su nombre como guionista se ha revalorizado sustancialmente y la elección de un dibujante como Greg Capullo (Spawn) que me parecía del todo inadecuado para el personaje y su microcosmos en viñetas ha resultado todo un acierto. El guionista de American Vampire enfatiza la oscuridad en fondo y forma del lado más ténebre de Batman, pero no rechaza la luminosidad de la vida personal o profesional de Bruce Wayne. Da una magnífica importancia a la estructura arquitectónica e histórica de Gotham (muy interesante el evento La Noche de los Búhos) y conoce y perfila adecuadamente a todos los personajes principales y secundarios. Pero no hablamos de una obra maestra, sino de una etapa muy interesante, adictiva y cruda en la que (una vez más) se lleva a Batman/Bruce Wayne al límite tanto en el plano físico como el psicológico pero no hay originalidad en la propuesta, Snyder no inventa nada, aunque sabe vender con estilo y profesionalidad su criatura. Ya veremos qué tal esa Death of the Family que tanta polémica ha levantado en USA.



4 comentarios:

  1. coño, armin, ya pensaba que este año nos dejabas sin selección comiquera!
    coincido contigo en algunas cosas y poco o nada con algunas otras (no termino de entender esa filia que sientes por los cómics de avatar press).
    de lo que me he pillado este 2012 yo destacaría:
    - series marvel: el daredevil de waid, los uncanny x-men de remender y el wolverine & the x-men de aaron.
    - series dc: el swamp thing snyder y el animal man de lemire.
    - series independientes: scalped de aaron (tremenda serie que nadie debería dejar de leer), los ya clásicos muertos vivientes de kirkman, los vampiros americanos de snyder, el thief of thieves de kirkman, chew de layman (una pequeña joyita que esta pasando bastante desapercibida), los chicos (the boys) de ennis, el criminal de brubaker y el casanova de fraction (aunque, de éstas dos últimas, sólo ha salido un tomo en 2012).
    - tomos unicos: el flex mentallo de morrison (una maravilla, ya era hora que se editara por estas tierras), el severed de snyder, el batman knight of vengueance de azzarello y el batman noel de bermejo.
    - otros: a todo lo anterior añadir, como adquisiciones de ultimo momento, la gran colección de astérix y la nueva edición (caja de 4 volumenes) de calvin & hobbes.
    pero, si sólo hubiera podido hacer una compra en 2012, yo habría elegido, sin duda, el tochaco del spiderman de lee-romita (dias de gloria), aunque la elección tiene trampra porque no es un cómic, son muchos; éstos números del trepamuros no deberían faltar en la colección de ningún aficionado.
    de lo que citas me intriga sobre todo el capitan swing de ellis, del que no tengo muchas referencias; merece la pena entonces?

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  2. Lo de Avatar Press supongo que es porque me gustan muchos los excesos y porque de pequeño no podía ni mirar un cómic para adultos, era ver una teta o un poco de sangre y me ponía blanco, digo yo que ha salido a la luz el psicópata (nunca mejor) dicho que llevo dentro.

    Me han quedado muchas cosas por leer tanto de las que mencionas como cosas como Saga o de Marvel de las que se hablaba muy bien pero que he pasado de leer porque tener que tragarme todo el evento Vengadores vs. X-Men me resultaba un coñazo.

    Flex Mentallo ya era hora de que andara por estos lares y es una obra maestra.

    Y joder, el tomazo del Spiderman de Lee y Romita lo veo todos los días den el Corte Inglés, pero es un dineral y tengo la economía apretada del copete, algún día caerá junto a los de el Capi, los X-Men, los Vengatas... pero sabe dios cuando.

    Capitán Swing a mí me gustó mucho, es como ya comento una versión (estéticamente al menos) bastarda de LXG de Moore y O'Neill para ser de Avatar Press no es muy excesivo (sí, se abre con una splash page de un policía clavado en una valla con todas las tripas fuera, pero luego se atenúa la cosa) pero es una lectura muy entretenida, yo te la recomiendo, pero ya sabes, para que no te acuerdes de mi pobre madre tira de kas en vez de euros.

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  3. era ver una teta o un poco de sangre y me ponía blanco...

    XDDDDDDDDDD

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  4. No te puedes imaginar la paciencia de mi padre con respecto a eso, te dramatizo algo que era habitual cuando el pobre iba conmigo a comprarme algún tebeo:

    - ¿Te gusta el tebeo?
    - Sí...
    - ¿Seguro? has estado cinco minutos ojeándolo
    - ... sí
    - ¿Qué te pasa?
    - Nada...
    - ¡Ya has visto algo que no te gusta, como siempre, otra vez a cambiarlo!

    ¡Y a lo mejor sólo había visto a Oliver Queen retozar con una señora de buen ver o a Robocop pisarle la cabeza a un criminal! Luego iba sobre seguro, me llevaba un Mortadelo que ahí sabía a lo que iba. Ibáñez hizo negocio conmigo.

    Pd: Lo que se perdió el Opus cuando me puse a ver cine de Tarantino.

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