sábado, 23 de julio de 2011

Paranormal Activity 2, la mano que mece la cuna




Título Original Paranormal Activity 2 (2011)
Director Tod Williams
Guión Michael R. Perry
Actores Sprague Grayden, Brian Boland, Molly Ephraim, Katie Featherston, Micah Sloat, Vivis




En el año 2009, con una publicidad viral en la red sin precedentes y la bendición de un Steven Spielberg que como productor aprovechó al máximo la naturaleza brutalmente modesta del producto, la película Paranormal Activity arrasó en la taquilla y convenció a una crítica que vio en ella un film de corte muy realista (estaba supuestamente rodado de manera íntegra con la cámara doméstica de uno de los protagonistas del film) sobre el manido tema de los poltergeist y las casas malditas en las que los habitantes de las mismas sufrían tales hechos




Hace dos años pude ver en pantalla grande (posiblemente el peor medio para degustar la película) la cinta de Oren Peli. El largometraje me pareció una enorme mediocridad sin mérito alguno, carente casi por completo de virtudes o hallazgos pero sí repleto de improvisación, escasa inventiva y una puesta en escena que por escueta finalmente quedaba en penosa. No llegué a comprender su éxito de público y crítica, ni su fama de película terrorífica, ya que sólo en contadas escenas nocturnas conseguía el producto inquietarme en manera alguna.




Pero paradojas de la vida y el cine, el otro día vi su secuela, Paranormal Activity 2 y me pareció, principalmente, una cinta no muy destacable, pero también un film que funcionaba a distintos niveles, que consiguió inquietarme en más de una ocasión (esta vez el visionado lo realicé de madrugada, solo y en penumbras) y que superaba con creces a su predecesora, en planificación de encuadres, atmósfera, realización y ritmo narrativo. Siempre dentro de una corrección que no la hacía destacable en muchos aspectos más, dentro del plano cinematográfico.




Paranormal Activity 2 sigue la vida de la familia de Kristi Rey, la hermana de Katie, la protagonista femenina de la primera entrega, que tiene aquí apariciones como personaje secundario junto a su novio Micah. De manera acertada la cinta sirve como precuela de la primera cinta y en su recta final como continuación de aquella. Esta vez presenciaremos como una extraña entidad empieza a dar pie a sucesos inusuales en el adosado que Kristi comparte con su marido Daniel, la hija de este, Ali (que será en gran parte nuestro guía por su adicción a grabarlo todo con su cámara doméstica) y por último Hunter, el bebé de la familia que parece ser el principal interés del poltergeist que asedia la casa.




La carencia de ingenio de Paranormal Activity se soluciona considerablemente en esta secuela. Aquí a parte de las grabaciones caseras de Ali tenemos distintas cámaras de seguridad colocadas estratégicamente por el inmueble que son las que realmente crean la atmósfera de la cinta y las que dan más juego, incitando a un espectador despistado a que intente descifrar en qué parte de los estáticos encuadres está sucediendo algo inusual. Por otro lado tenemos unos actores bastante más creíbles (destacando una Sprague Grayden entregada y que ya dio buena nota de su profesionalidad en Sons of Anarchy) y unos efectos especiales tan escuetos como acertados y bastante creíbles.




Paranormal Activity 2 funciona, no inventa nada, ni transita caminos nuevos, pero mejora una fórmula que a mí no me convencía lo más mínimo y que ahora incluso quiero revisionar en condiciones por si la veo de distinta manera. Una cinta de terror con momentos bien realizados (la escena de Ali durmiendo en el sofá, la de los muebles en la cocina con Kristi, el clímax en el sótano) que siendo más o menos original en su forma utiliza en su fondo todos los tópicos de este género, pero siempre a su favor. Ahora a esperar a esa tercera parte en la que se narrará el origen de toda la historia y según parece, también su conclusión... aunque la última palabra sobre eso la tiene como siempre nuestra amiga la taquilla.


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