sábado, 30 de julio de 2011

Tropa de Élite 2, política del miedo





Título Original Tropa de Elite 2: Ou Inimigo Agora E Outro (2010)
Director Jose Padilha
Guión Jose Padilha
Actores Wagner Moura, André Ramiro, Maria Ribeiro, Tainá Müller, Milhem Cortaz, Seu Jorge, Peter Van Held, Rod Carvalho, André Mattos, Bruno d'Elia, Fabrício Boliveira




En el año 2007 Jose Padilha, un director carioca de documentales, debutó en el cine de ficción con Tropa de Élite que suponía una adaptación a imágenes de una novela del escritor André Batista. Esta ópera prima nos mostraba los métodos expeditivos que un grupo de asalto de la policía brasileña llamado BOPE utilizó en 1997 para limpiar las calles de Río de Janeiro en vísperas de la llegada del Papa Juan Pablo II a la ciudad. Una dirección sólida, un guión ambiguo que mostraba las bajezas de los defensores de la ley pero también de los delincuentes de las favelas o los aburguesados que negociaban con ellos para mover el tráfico de drogas en las calles, sirvieron para que el film ganara el oso de oro en el festival de Berlín de ese año.




La película fue un éxito internacional, pero sobre todo en su país de origen donde atrajo a la gente a los cines y gustó considerablemente a la crítica. Es raro que dentro del cine brasileño se lleven a cabo secuelas de sus éxitos más notables y con una película como Tropa de Élite más todavía, ya que parecía que poco más se podía sacar de esa historia sobre policías, criminales y narcotráfico. Pero en 2010 Padilha se arriesgó con una segunda parte. La cinta al estrenarse se convirtió en el largometraje más visto de la historia del cine brasileño y lo cierto es que no es para menos.




El mayor acierto por parte de el guionista y director es que si bien en la primera entrega se dejaba influenciar por The Shield, la sensacional serie de Shawn Ryan sobre un grupo de asalto de la policía de California introducido en la corrupción, en esta secuela toma una clara influencia de The Wire la obra maestra catódica de David Simon y Ed Burns, ya que en esta segunda parte la mirada de Padilha se extiende hasta el mundo de la política, apuntando directamente a los mandatarios más importantes de Río de Janeiro y utilizando excusas narrativas como las escuchas telefónicas encubiertas y la interminable guerra contra la droga.




La disolución del BOPE (Batallón de Operaciones Policiales Especiales) por culpa de la mala gestión en un motín carcelario en el que se implica a un futuro diputado defensor de los derechos humanos que se ofrece como escudo humano en la reyerta y en la que muere un preso a manos de uno de los componentes del grupo de asalto, le sirve a Jose Padilha como punto de partida para mostrar un feroz retrato de la corrupción política y social en la que está envuelta la ciudad brasileña. El director de Secrets of the Tribe no escatima medios para mostrar todo lo podrido y oscuro que hay en las altas esferas de su patria.




El realizador dibuja un fresco en el que podemos asistir a como los candidatos políticos de Río permiten a batallones de la policía ejercer como corruptos verdugos en las favelas a espaldas de la opinión pública, siendo amparados por las furzas de la ley y legislativas además de con la complicidad de unos medios de comunicación que o los apoyan a escondidas (la televisión) o no sacan a la luz sus tácticas mercenarias (la prensa escrita) con las que permiten el narcotráfico del que sacan una suculenta tajada monetaria en los barrios bajos.




La historia sigue en dos subtramas las andanzas del Coronel Nascimento, el violento jefe del BOPE que nos narraba en con voz en off la primera parte (aquí lo hace nuevamente) y de Andrea, el policía novato que en el anterior film debía decidir si entraba dentro de ese submundo en el que la aplicación de la justica sobrepasaba la línea de la legalidad o sí decidía ser un defensor de la ley honrado al que devorarían los delincuentes como un cordero rodeado por una jauría de lobos hambrientos.




Aquí de nuevo Padilha apela a la ambigüedad, pero como sus dardos envenenados están dirigidos sobre todo a los políticos su posicionamiento está más claro. Lo que si se confirma es que el director empatiza con Nascimento, Andrea y por efecto dominó con los componentes del BOPE a pesar de los métodos violentos del todo reprobables que llevan a cabo para erradicar (nunca mejor dicho) la delincuencia en una ciudad tan peligrosa, en sus zonas desfavorecidas, como Río de Janeiro.




Padilha nos quiere mostrar que siempre que exista un policía violento o de maneras reaccionarias lo más lógico es que por encima de él haya otro más visceral y criminalizado por las circunstancias. Buena muestra de ello es la presencia de la milicia formada por agentes corruptos que campan a sus anchas en las favelas eliminando a toda aquella persona (civil, criminal) que se interponga en su camino o intente desestabilizar sus negocios turbios, siempre encubiertos por el gobierno central en una relación de reciprocidad del todo execrable, pero por desgracia imposible de detener.




Jose Padilha vuelve a utilizar su potente pulso en la dirección y si es cierto que esta vez no deposita el protagonismo en el batallón, que era el que incitaba al ritmo frenético de la primera Tropa de Élite, sí sigue haciendo un uso magnífico de la fotografía, el montaje y la cámara al hombro, poniendo la misma en las nucas de los personajes para que la implicación del espectador sea tan considerable como realista, bordeando, una vez más, el tono cuasi documental del film de 2007.




Tropa de Élite 2 no supera en calidad a su predecesora, pero sí la iguala como producto cinematográfico de calidad. En lo que sí llega más lejos en en su mensaje de denuncia tan comprometido como nihilista. Mostrando todo lo pútrido y terrible que hay en la sociedad brasileña, comandada por un grupo de gobernantes corruptos que permiten a las fuerzas de la ley cometer verdaderas atrocidades en las calles, pero siempre a espaldas del mundo, en el anonimato y sin ensuciar la imagen de los partidos a los que representan.




Por suerte algo debe ir mejorando, minimamente, en un país como Brasil cuando la película que nos ocupa fue vista por 10 millones de espectadores en 8 semanas. Para finalizar, decir que si Jose Padilha rueda una tercera parte, ahí estará un servidor para verla esperanzado de volver a encontrar buen cine de denuncia camuflado en un excelente thriller criminal y policíaco de calidad dificilmente discutible y mensaje tan directo como necesario.


martes, 26 de julio de 2011

Perfect Blue, réquiem por un sueño




Título Original Perfect Blue (1998)
Director Satoshi Kon
Guión Sadayuki Murai basado en la novela de Yoshikazu Takeuchi





En el año 1997 el japonés Satoshi Kon debutaba en la dirección de anime con su ópera prima, Perfect Blue, un largometraje, basado en una novela del escritor Yoshizkazu Takeuchi, alabado por crítica y público con una inusual y compleja estructura narrativa que hacía un interesante y lacerante retrato sobre un introspectivo viaje a la locura por parte de su personaje protagonista. Tras varios films de culto como Millenium Actress, Tokyo Godfathers, Paprika o series como Paranoia Agent, Kon falleció el pasado 2010 a unos tempranos 47 años de edad, dejando un gran hueco dentro de la ficción animada nipona y una considerable tristeza en todos sus seguidores.




Digámoslo desde un principio para dejarlo claro y no volver luego al tema. Sí, Perfect Blue fue una notable y gran inspiración para que Darren Aronofsky diera forma a su magnífica Cisne Negro. De hecho el director de The Fountain compró hace bastantes años los derechos del film y no ha dudado en hacer referencia directa a esta cinta de manera previa en algunas de sus obras (como en la escena del desgarrador grito de Jennifer Conelly en la soberbia Réquiem Por Un Sueño). Si bien Black Swan no es un calco (como dicen algunos) de Perfect Blue, sería de hipócritas negar que Aronofsky toma apuntes argumentales y estilísticos de esta última para enriquecer su exitosa cinta.




Mima es la componente del trío musical femenino Cham. Cuando la carrera del grupo empieza a abrirse paso ella decide abandonarlo y probar suerte en el mundo de la interpretación, buscando en principio papeles breves para ir haciéndose un nombre como actriz dramática, alejándose así de su imagen de cantante ingenua y virginal. Poco después de dar sus primeros pasos como interprete empieza tener visiones e incluso llega a descubrir una web en internet en la que alguien utiliza su nombre para narrar hechos que ella misma ha llevado a cabo a lo largo del día, algunos de ellos tan íntimos que nadie debería conocerlos.




Kon se sirve de su personaje principal para realizar un análisis quirúrgico al escalpelo de una mente enajenada. Dándonos apuntes de que todo este proceso de deterioro mental llevado a cabo por Mima se puede deber al sentimiento de culpa, a la presión mediática y de sus fans por abandonar su grupo musical o a una represión sexual mal liberada (Repulsión de Polanski asoma su rostro en más de una ocasión a lo largo del metraje) cuando da el paso a una madurez profesional al aceptar papeles serios o dramáticos (incluyendo una escena de violación) dentro de la ficción televisiva en la que se implica al iniciar su carrera como intérprete.




Todo este planteamiento está llevado con aplomo y acertada ambigüedad, pero donde se engrandece considerablemente es cuando se extiende de manera vírica por la estructura narrativa del film. Kon y su guionista Sadayuki Murai crean inteligentemente un juego de espejos en el que no se sabe cuando se está narrando la historia real de Mima, ya que estos hechos no sólo se confunden con los que ella percibe en su mente distorsionada, sino también con los pasajes en los que la protagonista está dando vida a su personaje dentro de la serie catódica en la que interviene. Tal idea no sólo da consistencia al guión o a la dualidad de la vida íntima y profesional de Mima, sino que permite al espectador implicarse con su punto de vista introducido de manera directa en lo onírico y lo irreal.




Posiblemente la resolución sea portadora de una ambigüedad buscada con intencionalidad para confundir a un espectador que no sabe realmente cómo se cierra ese círculo que supone la caída de Mima a la locura y cuánto de ese viaje es real o imaginario. Realmente poco importa, llegado a ese punto si el que visiona es receptivo se da cuenta con facilidad de que el trayecto a merecido la pena y no se siente engañado o timado de manera alguna. Además ese último plano de retrovisor del coche puede dar pie de manera inteligente a un final abierto en el que realmente desconocemos el futuro de la protagonista, lo que añade un plus de acierto a todo el conjunto.




Por desgracia Satoshi Kon no podrá volver a deleitarnos con otra de sus obras. Con ello perdemos una voz única y vital dentro de la animación japonesa y un autor que si con una filmografía tan poco extensa llegó tan lejos, si hubiera seguido entre nosotros podría haber alcanzado unas cotas de genialidad narrativa y estilísitca que lo encumbraran en lo más alto del séptimo arte. Por desgracia tendremos que conformarnos con revisar su magnífica y rompedora obra, que iré desgranando poco a poco en este mismo blog con cierta regularidad.



sábado, 23 de julio de 2011

Paranormal Activity 2, la mano que mece la cuna




Título Original Paranormal Activity 2 (2011)
Director Tod Williams
Guión Michael R. Perry
Actores Sprague Grayden, Brian Boland, Molly Ephraim, Katie Featherston, Micah Sloat, Vivis




En el año 2009, con una publicidad viral en la red sin precedentes y la bendición de un Steven Spielberg que como productor aprovechó al máximo la naturaleza brutalmente modesta del producto, la película Paranormal Activity arrasó en la taquilla y convenció a una crítica que vio en ella un film de corte muy realista (estaba supuestamente rodado de manera íntegra con la cámara doméstica de uno de los protagonistas del film) sobre el manido tema de los poltergeist y las casas malditas en las que los habitantes de las mismas sufrían tales hechos




Hace dos años pude ver en pantalla grande (posiblemente el peor medio para degustar la película) la cinta de Oren Peli. El largometraje me pareció una enorme mediocridad sin mérito alguno, carente casi por completo de virtudes o hallazgos pero sí repleto de improvisación, escasa inventiva y una puesta en escena que por escueta finalmente quedaba en penosa. No llegué a comprender su éxito de público y crítica, ni su fama de película terrorífica, ya que sólo en contadas escenas nocturnas conseguía el producto inquietarme en manera alguna.




Pero paradojas de la vida y el cine, el otro día vi su secuela, Paranormal Activity 2 y me pareció, principalmente, una cinta no muy destacable, pero también un film que funcionaba a distintos niveles, que consiguió inquietarme en más de una ocasión (esta vez el visionado lo realicé de madrugada, solo y en penumbras) y que superaba con creces a su predecesora, en planificación de encuadres, atmósfera, realización y ritmo narrativo. Siempre dentro de una corrección que no la hacía destacable en muchos aspectos más, dentro del plano cinematográfico.




Paranormal Activity 2 sigue la vida de la familia de Kristi Rey, la hermana de Katie, la protagonista femenina de la primera entrega, que tiene aquí apariciones como personaje secundario junto a su novio Micah. De manera acertada la cinta sirve como precuela de la primera cinta y en su recta final como continuación de aquella. Esta vez presenciaremos como una extraña entidad empieza a dar pie a sucesos inusuales en el adosado que Kristi comparte con su marido Daniel, la hija de este, Ali (que será en gran parte nuestro guía por su adicción a grabarlo todo con su cámara doméstica) y por último Hunter, el bebé de la familia que parece ser el principal interés del poltergeist que asedia la casa.




La carencia de ingenio de Paranormal Activity se soluciona considerablemente en esta secuela. Aquí a parte de las grabaciones caseras de Ali tenemos distintas cámaras de seguridad colocadas estratégicamente por el inmueble que son las que realmente crean la atmósfera de la cinta y las que dan más juego, incitando a un espectador despistado a que intente descifrar en qué parte de los estáticos encuadres está sucediendo algo inusual. Por otro lado tenemos unos actores bastante más creíbles (destacando una Sprague Grayden entregada y que ya dio buena nota de su profesionalidad en Sons of Anarchy) y unos efectos especiales tan escuetos como acertados y bastante creíbles.




Paranormal Activity 2 funciona, no inventa nada, ni transita caminos nuevos, pero mejora una fórmula que a mí no me convencía lo más mínimo y que ahora incluso quiero revisionar en condiciones por si la veo de distinta manera. Una cinta de terror con momentos bien realizados (la escena de Ali durmiendo en el sofá, la de los muebles en la cocina con Kristi, el clímax en el sótano) que siendo más o menos original en su forma utiliza en su fondo todos los tópicos de este género, pero siempre a su favor. Ahora a esperar a esa tercera parte en la que se narrará el origen de toda la historia y según parece, también su conclusión... aunque la última palabra sobre eso la tiene como siempre nuestra amiga la taquilla.


Bad Teacher



Título Original Bad Teacher (2011)
Director Jake Kasdan
Guión Jane Stupnitsky y Lee Eisenberg
Actores Cameron Diaz, Justin Timberlake, Jason Segel, Lucy Punch, Eric Stonestreet, Alanna Ubach




Jake Kasdan es hijo de Lawrence Kasdan, magnífico autor de guiones como los de Star Wars: El Imperio Cotraataca y El Retorno del Jedi, Indiana Jones: En Busca del Arca Perdida , Fuego en el Cuerpo y también un competente artesano director de productos estimables como El Turista Accidental, Wyatt Earp y Mumford. El primogénito del relizador de Gran Cañón se dio a conocer como realizador de mano de la mano de Judd Apatow y Paul Feig en la memorable serie de corta vida Freaks & Geeks.




Más tarde destacó con su debut en el largo Orange County (inteligentísimamente rebautizada en España como Colgado, Pringado y Sin Carrera... sobran las palabras) para más tarde hacer otros dos films como The TV Set o Dewy Cox, labrándose un nombre no muy prestigioso, pero síbastante digno en Hollywood. Su hermano Jonathan hace unos años también debutó con el film In the Land of Women, pero esa es otra historia.




Por eso es desconcertante su presencia en un producto tan malo como Bad Teacher una comedia escatológica del montón sin alicientes, originalidad y que quiere ir de transgresora por medio de la más simplista de las zafiedades, sirviendo únicamente como artefacto cutre para el pobre lucimiento de una desmejorada Cameron Diaz (que al menos ha recuperado algo de peso) secundada por un grupo de secundarios estereotipados y sin nada interesante que aportar a la historia.




La historia es una chorrada típica y tópica. Una joven profesora que de métodos didácticos entiende más bien poco y sólo pone películas a unos alumnos a los que no aguanta, trata como trapos (aunque algunos de ellos lo merzcan) y de los que se quiere deshacer lo antes posible se despide del claustro y el colegío en el último día de curso. Pero todo se tuerce cuando so novio la abandona y tal hecho la obliga a ejercer contra su voluntad un año más como profesora en el mismo sitio donde impartió sus peculiares clases.




Todo aderezado con una Cameron Diaz continuamente lanzando palabras malsonantes y ofreciendo salidas terribles que sólo consiguen que el espectador se ponga totalmente en contra de ella. Una estúpida y artificiosa mujer sin carisma que sólo sabe moverse y comportarse como un inane animal en celo en busca de su presa, un Justin Timberlake penoso, a años luz de los decentes trabajos que había realizado en obras como La Red Social, Alpha Dog o Southland Tales. Irritante es también la presencia de una exagerada y repelente Lucy Punch, salvándose sólo un poco de la quema un Jason Segel bastante comedido y cuerdo, al menos si lo comparamos con el bestiario de imbéciles que pueblan la obra cinematográfica que nos ocupa.




Un guión estúpido lleno de clichés, gags desafortunados, humor de caca/culo/pedo/pis infantil hasta el insulto y sólo un par de momentos que esbozan la sonrisa en el espectador (lo del alumno apodado "Crepúsculo"), aunque más por vergüenza ajena que por verdadero sentido del humor. Todo envuelto en una falsa pátina de incorrección política ramplona y simple que sólo consigue que el espectador se aburra horriblemente y no dé crédito a que una cinta pueda recurrir a los trucos más manidos y cutres de la comedia más indigesta, pueril y vacua. Una verdadera pena de película, a la que ni le iba a dedicar crítica, pero como tenía ganas de poner algún producto a caldo y este ha sido el más flojo que he visto en bastante tiempo, pues ni lo he dudado.


viernes, 22 de julio de 2011

Doctor Strange, the hands of fate




Título Original Doctor Strange, The Sorcerer Supreme (2007)
Director Jay Oliva y Frank Paur
Guión Greg Johnson basado en personajes de Stan Lee y Steve Ditko




Después de degustar un par de (excelentes) películas de la división animada de DC como Batman: Under the Red Hood y All Star Superman esta vez le ha tocado a la competencia, Marvel. Pero lo cierto es que esta incursión la he realizado con uno de esos personajes no muy conocidos pero no por ello carente de interés, personalidad e historias míticas a sus espaldas desde hace casi 40 años, cuando fuera creado por los míticos Stan Lee y Steve Ditko en el año 1962. apareciendo en el número 110 de la colección Strange Tales. Su nombre es Stephen Strange, más conocido como el Doctor Extraño o Dr Strange en el largometraje que nos ocupa.




Stephen Strange era un eminente cirujano de gran renombre. Pero sólo trabajaba para clientes con alto poder adquisitivo que pagaban sustanciosas sumas al personaje para con ellas seguir con sus investigaciones médicas, descartando a aquellos pacientes que no podían pagar sus operaciones. Un día Stephen sufre un accidente de coche y sus manos quedan inutilizadas para seguir ejerciendo su labores de cirujía. Tras buscar un solución a su problema cae en bancarrota y finalmente decide viajar al Tibet para conocer a un milenario maestro de magia llamado el Anciano para que le cure sus heridas. Finalmente Stephen decide quedarse como su púpilo, para aprender las artes místicas y ahí empezará su verdadero viaje.




En esta Doctor Strange: The Sorcerer Supreme nos es narrada esa misma génesis, que ya ha sido relatada en distintas etapas de la colección del personaje, a manos de los ya mencionados Stan Lee y Steve Ditko, pero también años después por los excelentes Roy Thomas y Dan Adkins e incluso a modo de flashbacks en la más reciente y excelente saga El Juramento, escrita por Brian K. Vaughan y dibujada por el español Marcos Martín. Todas estas etapas se han incluído en el tomo dedicado al personaje del excelente e indispensable coleccionable Marvel Hérores, editándose actualmente por Panini en España y del que hablaré en este blog a su debido tiempo.




Como es lógico en toda adaptación a la pantalla grande o pequeña de un cómic o una saga de ellos se cambian datos, hechos y se añaden otros. Por suerte esas diferencias son escasas y en modo alguno tergiversan la historia de la génesis del personaje o traicionan su espíritu y esencia. En ese sentido este producto de Marvel Animated Features cumple su cometido de ser fiel a los cómics y con ello también ofrecer un producto entretenido, bien acabado, con una historia bastante adulta y planteada con inteligencia e inventiva.




Los personajes están bien perfilados y recuerdan poderosamente a los vistos en los cómics, es cierto que la estética cambia un poco para adaptarse a un estilo más contemporáneo, pero en ningún momento está fuera de lugar o chirría. Stephen y Mordo están perfectamente retratados así como el Anciano. Lo de Wong es distinto, porque han cambiado su historia y su origen, pero gracias a ello le han dado más peso a su rol en la historia y a su importante relación con el protagonista.




La animación está muy lograda (la misma es bastante deudora del anime japonés), tanto en los personajes como en los fondos o escenas de acción. Estas últimas tienen momentos memorables debido a la excelente dirección de Jay Oliva y Frank Paur y el guión tiene ritmo, pasajes dramáticos bastante logrados y otros fantásticos bien realizados. Gracias a todo ello el producto ofrece al espectador 75 minutos de entretenimiento de calidad con las primeras andanzas del Hechicero Supremo y todo su microcosmos formado por magia negra, el Ojo de Agamotto, enemigos místicos como su eterno enemigo Dormammu y mucha temática relacionada con lo esotérico y la alquimia.


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El Doctor Extraño es un gran personaje, ya lo era cuando lo crearon Lee y Ditko y llegó a conocer etapas doradas que lo encumbraron a lo más alto de la Casa de las Ideas. Por desgracia desde hace años está un poco arrinconado y no tiene ni siquiera serie propia, sólo haciendo apariciones en otras colecciones y siempre acompañado de otros roles de la editorial. Una pena que no saquen provecho a este excelente y atípico superhéroe del que nunca veremos una gran supeproducción holywoodiense, ni falta que le hace mientras le dediquen películas animadas de calidad como la que nos ocupa y que recomiendo encarecidamente a los amantes del personaje y a los seguidores de buenos films basados en cómics.



miércoles, 20 de julio de 2011

Kung Fu Panda, el furor del plantígrado



Título Original Kung Fu Panda (2008)
Director Mark Osborne y John Stevenson
Guión Jonathan Aibel, Glenn Berger




Definitivamente con Cómo Entrenar a Tu Dragón y esta Kung Fu Panda, Dreamworks ha dado un paso de gigante en lo que ha realizar cine de animación se refiere, llegando incluso con alguno de estos dos largometrajes a codearse dignamente con algunas de las obras salidas de la intocable Pixar. Sí, aún les queda camino para intentar hacerle sombra a la casa (sería difícil que llegaran a aconseguirlo) de John Lasseter y sus huestes, pero la compañía fundada por Spielberg/Geffen/Kratzenberg va por el buen camino y eso es algo que se agradece considerablemente.




Kung Fu Panda se sale por la tangente con respecto a otros productos de la casa como Madagascar, Monstruos y Alienígenas o las secuelas del ogro Shrek, y si bien es cierto que aún se respira en su trama una cierta inclinación por los clichés, la manera en que está llevada la misma y como están compensados estos últimos da como resultado un producto técnicamente destacable, argumentalmente efectivo y sobre todo, con un retrato de personajes tan sencillo como adecuado y con mucho sentimiento así como cariño, sobre todo a la hora de abordar la personalidad de su indiscutible y adorable protagonista.




Kung Fu Panda es ante todo una parodia del cine de artes marciales, en ese saco entran desde los largometrajes de Bruce Lee o Jackie Chan (doblador de un personaje en la cinta que nos ocupa) hasta productos como Karate Kid. Una mirada cariñosa hacia la filosofía oriental de la lucha, la disciplina y el honor. Un panda, hijo de un ganso experto en cocina oriental, es seleccionado a dedazo (de esto saben mucho Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba) por un antiguo maestro de artes marciales para ser el elegido, el Guerrero Dragón. Po, que se llama el plantigrado, es fanático del kung fu y de los 5 Furiosos, alumnos del maestro Shifu, discípulo a su vez del milenario guerrero Oogway. Poco después el primer alumno de Shifu, el renegado Tai Lung, escapará de una cárcel de máxima seguridad para enfrentarse con el Guerrero Dragón.




El mayor encanto del film es sin lugar a dudas su protagonista, el entrañable y achuchable Po. El panda (doblado en la versión original por un adecuado Jack Black en España por muy acertado Florentino Fernández) se gana el corazón del respetable en el primer momento que abre la boca. No sólo es el tipico rol bonachón, torpe, tragón y simpático, es que los guionistas no caen en el cliché de que el personaje se hunda al ver que su adiestramiento para ser el Guerrero Dragón le viene realmente grande desde el principio del proceso, de modo que la determinación (o simpleza) de Po le impide rendirse, ya que ve todo ese trayecto físico y vital es como un juego en el que se codea con sus ídolos.




De los secundarios también se puede sacar bastante jugo, Desde Shi Fu o el padre de Po hasta los 5 Furiosos, pero destacando sobre todos ellos el adorable Ooway, el maestro ya anciano y algo gagá que desprende carisma desde cabeza a caparazón. Una vez más afirmo que ninguno de estos personajes se desprende de cierto tono estereotipado (el que rechaza al protagonista, el que le apoya, el que le ríe las gracias) pero todos son creíbles y acertados en gran medida. Aunque como ya he comentado previamente el bueno de Po se come la película de principio a final.




Pero el técnico es otro apartado en el que la cinta me ha sorprendido gratamante, Hay varias escenas para destacar y recordar en Kung Fu Panda. El magnífico prólogo creado en el tradicional 2D. La huída de Tai Lung de la cárcel (excelentemente bien planificada). Las del entrenamiento de Po. Los flashback de Tigresa y Tai Lung con Shifu. La lucha final (que confirma que el amigo panda nunca será un luchador muy ortodoxo, pero sí muy cómico y efectivo) o la última y emotiva escena de Ooway en la película. Todos pasajes con un toque de elegancia, ternura y profesionalidad que hacen de Kung Fu Panda una experiencia cinematográfica realmente gratificante.




Kung Fu Panda es una película que realmente me ha sabido a gloria. No sé si por esa magia que desprende, porque me identifico con Po (mi apodo en el insitituto era Oso Panda, ahí lo dejo para que hagáis sangre conmigo cuando queráis) o porque realmente estamos ante una gran obra, posiblemente la mejor de la productora en lo que cine animado se refiere, que supone otro avance enorme de Dreamworks en el mundo de la ficción digital. Yo sólo sé que no me voy a perder esa secuela que se ha estrenado hace poco en nuestras carteleras. Porque este plantígrado lo merece.