lunes, 28 de septiembre de 2009

La Semilla del Diablo, y saldrá a engañar a las naciones, que están en los cuatro ángulos de la tierra



Director Roman Polanski (1968)
Guión Roman Polanski basado en la novela de Ira Levin
Actores Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon, Ralph Bellamy, Sydney Blackmer, Maurice Evans, Angela Dorian, Patsy Kelly, Elisha Cook





Aprovechando que su director es noticia por haber sido detenido en Suiza el pasado Sábado y que tenía una deuda pendiente con alguien, voy a comentar la más célebre y posiblemente mejor obra del francopolaco Roman Polanski, su debut en Hollywood y una de las cumbres del cine de terror de todos los tiempos, aunque esta última afirmación necesita ser matizada.Tras el impactante, pero demasiado esclarecedor, título de La Semilla del Diablo se esconde una de las mejores películas de género de todos los tiempos. Rosemary's Baby es la adaptación a imágenes que el director Roman Polanski realizó en 1968 de la célebre novela del escritor Ira Levin. Con ello el autor también conseguía dar forma a la segunda entrega de su trilogía de los apartamantos, siendo la primera la soberbia y retorcida Repulsión y la última la excelente El Quimérico Inquilino.




La Semilla del Diablo es una de las producciones cinematográficas que arrastra tras de sí una de las leyendas más negras de la historia de Hollywood. Mucho se rumorea sobre si Anton Szandor Lavey, el Papa Negro, autor de La Biblia Satánica, intervino como asesor de Polanski en la cinta, de su rodaje en el supuestamente maldito edifico Dakota (el mismo en el que John Lennon fue asesinado por Mark Chapman) o de que Charles Manson y su Familia asesinaron a Sharon Tate la mujer del director, que se encontraba en estado de buena esperanza, porque habló demasiado en su film sobre satanismo. Aunque es más cierto es que el "lobby satánico" estaba indignado por haber sido retratado más como un grupo de jubilados entrometidos que como un verdadero culto que profetizaba el advenimiento del hijo de Lucifer.





Roman Polanski, después del gran Luis Buñuel, es con diferencia mi director europeo favorito, un hombre que no se acobarda con ningún género y que ha mostrado una mirada mórbida dentro del cine de terror. Ningún autor ha retratado el mal en un estado más depravado y enfermizo. Su dirección es aceradamente clásica, pero hace un uso magistral de la planificación de tomas y la utlización de la cámara en las escenas oníricas, la del barco es posiblemente la ensoñación filmada más lograda de la historia del cine, una cumbre de lo retorcido y lo obsceno, pero sin caer nunca en lo escandaloso o explícito, consiguiendo crear un notable malestar en el espectador.




No he mencionado por casualidad que adscribir Rosemary's Baby dentro del cine de terror no es del todo acertado, Sí, el film habla sobre temas indivisibles al género clásico, pero Polanski explora más el horror psicológico, llevándolo a cotas casi insoportables para el espectador mostrando escenas impactantes o inmersivas. En este apartado destacar el perfecto y magistral uso del enfermizo y alarmante aspecto endeble y de muñeca de porcelana a punto de resquebrajarse que muestra una inmensa, en el mejor papel de su carrera, Mia Farrow durante su embarazo. El director de Cul de Sac explota esta situación de incomodidad y la protagonista de La Rosa Púrpura del Cairo va añadiendo matices físicos y psicológicos de controlada demencia a su papel ejecutando una interpretación para la estantería del recuerdo.



John Cassavetes como Guy, unos inmensos Sidney Blackmer y Ruth Gordon como el matrimonio Castevet, y la inolvidable Patsy Kelly como la atolondrada Laurie-Louise, son algunos de los componentes de pintoresca vecindad que en años posteriores influiría en tantas otras producciones (La Comunidad de Alex de la Iglesia por poner un ejemplo) y que demuestran la destreza de Polanski para la dirección de actores. Por mucha ambiguedad que el fim destile con respecto a si todo o es causa de la paranoia y el miedo de la joven Rosemary por su inminente maternidad o de si en verdad todo es real y el "Año Uno" de la era de Satán ha llegado y a pesar de que esta obra maestra sea uno de los capitales que engrandece el género al que pertenece, al final, cuando el espectador asiste ese desenlace inolvidable entre lo cruel y lo patético, sólo una cosa queda clara cuando se visiona en su totalidad La Semilla del Diablo, y es que la quinta película de Roman Polanksi es una inmensa oda al instinto maternal, sentimiento inabarcable que ni si quiera el tacto frío y blasfemo del maligno puede adormecer o destruir en manera alguna.


1 comentario:

  1. Por fin!!!,ya tenia yo ganas de leer la crítica de esta pelicula,para mi una de las mejores de este género,con toda su leyenda negra detras y una Mia Farrow increible,altemente recomendable,y el final es brillante.

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